Paz Padilla es una de las mujeres más profesionales y que más en serio se toma su trabajo. Pero esta tarde su paciencia ha llegado al límite y hasta ha llegado a quitarse la petaca y a dejar el plató de 'Sálvame'. Todo ha arrancado con una llamada de Terelu, que quería cantarle las 40 a Kiko Hernández por una afirmación que ha hecho acerca de cómo ha favorecido a su carrera ser hija de María Teresa Campos. Es la historia más recurrente a la que se ha enfrentado siempre Terelu, pero tal y como la ha planteado Kiko H. no solo le ha sentado mal a ella, sino a María Teresa Campos.
La veterana presentadora, según las palabras de Terelu "está que fuma en pipa", por la insinuación de Kiko y ha mandado a su hija mayor llamar al programa para que lo desmintiera "inmediatamente". El colaborador se ha disculpado diciendo que es algo que se dice "por los pasillos". Enfadadísima, Terelu afirmaba haberse tenido que enfrentar en su vida profesional "a tantas sandeces e 'hijaputeces', que ésta es ya una más", pero le ha sentado muy mal y no ha querido que se enquistara. "Dice mi madre que es la mayor mentira que se ha encontrado en su vida", sentenciaba.
El enfado de Terelu acababa salpicando también a Paz, que no entendía nada. "¿Pero conmigo por qué estás enfadada?", preguntaba la presentadora. Su compañera de plató vía telefónica le decía que le había mandado un mensaje que rezaba: "Manda narices. Muy bonita tu pregunta...". Paz Padilla arrancaba la tarde este lunes preguntando si María Teresa Campos "ponía" a Terelu como cláusula para firmar los contratos. "Pero es que yo tengo que hacer preguntas, aunque sean incómodas", se justificaba Paz.
Mila salía en defensa de Terelu y acusaba a Paz de que no le "caía bien" la hija de María Teresa Campos y de ahí esa pregunta-ataque. Paz aclaraba que Terelu no el caía mal pero,Si el enfado de Terelu estaba siendo importante el de Paz de forma fulminante se hacía monumental. Explotaba como un volcán por las palabras de Ximénez, que consideraba injustas e injustificadas. en cambio, "tú, sí", le decía agria a Mila. "Tengo 48 años y soy una tía superfranca y no me cae mal Terelu, decía Padilla. Harta de que Mila sugiriera que no le parecía creíble, la presentadora cogía su petaca al grito de "¡Se acabó! ¡Me voy!". Paz se lamentaba a sus jefes: "Soy la presentadora y tengo que hacer preguntas incómodas. No era una pregunta personal y no tengo que ser amiga de nadie".
Kiko Hernández tomaba el mando y daba paso a publicidad, momento en que han aprovechado para tranquilizar a Paz, quien se ha calmado y ha continuado con su papel de presentadora, como siempre.