“¡Egoísta! ¿Todos los de sangre azul sois egoístas o cómo va esto?”. Alma Cortés Bollo ya había pasado el límite de su paciencia en 'Supervivientes 2023'. Bosco Martínez Bordiú había cogido el premio de la boya que ella había estado mirando y la sevillana se lo echaba en cara, con gran dureza. “No quiero vivir con esta gente, que son payos ¡repayos!”.
Tal y como se pudo ver, de manera inédita en 'Tierra de Nadie', el botín de Bosco, ese que ansiaba su compañera, constaba de plátanos, calcetines, pepinillos y un tarro de crema de cacao. Y ya sabemos que, por uno de estos en ‘Supervivientes’, los concursantes hacen lo que sea. Parece poca cosa, pero era un verdadero festín si lo comparamos con la que había obtenido Alma, puesto que la suya se reducía a una bolsa de “gomitas”, los caramelos de goma de toda la vida. Perfectos para proporcionar un chute de azúcar, pero que no quitan el hambre. También tenía harina, algo que su hermano se empeñaba en recordarle que era una verdadera suerte, “¡te vas a hartar de pan!”. Pero ella no estaba por la labor de verse como panadera.
“Llevo dos meses conviviendo con verdugos. Midiendo cada paso, cada grano de arroz…”, lloraba sin consuelo. Manuel Cortés trataba de hacerle entender que debía salir del bucle porque este pensamiento solo le estaba haciendo daño innecesario. Pero para ella, el feo de Bosco había sido mucho más que un juego que le salía mal. Había sido una muestra del poco compañerismo con el que se ha topado a lo largo de estos días. Le tacha de hacer un papel ante las cámaras, y de no ser sincero. Él no está de acuerdo. “Se le pira la cabeza y no se acuerda de lo que hemos tenido”. Es cierto que, hasta ahora, habían mantenido una relación buena, cordial, pero eso ha cambiado. La hija de Raquel Bollo asegura que su compañero ha cambiado, que ahora le propina malas contestaciones y que no es el mismo de cuando empezaron.
¿Hay reconciliación posible para Bosco y Alma Bollo?
“Nosotros nos hemos llevado genial y es muy probable que nos sigamos llevado bien después”, admitía Alma, ya más calmada por la noche. De hecho, tras esta confesión a Raquel Arias, se acercó a Bosco con el fin de aclarar sus diferencias; pero el sobrino de Pocholo no le apetecía. “Tengo ganas de hablar contigo, pero hoy no lo voy a hacer”, reconocía.