Paula Echevarría y Miguel Torres sin planes de boda: casas, empresas y proyectos fuera de la televisión

Paula y Miguel llevan siete años juntos, han tenido un hijo y han compartido grandes momentos y grandes proyectos, siempre se les pregunta si la boda es el siguiente paso y ,aunque por ahora dicen que no, su situación es muy favorable para ello

Noelia Zazo
Noelia Zazo

Periodista especializada en corazón

Paula Echevarría y Miguel Torres
GTRES

Que yo sí quiero casarme, que ahora mejor no, que si el que no quieres eres tú, que si es ella quién después se niega… hemos escuchado todo tipo de respuestas de Paula Echevarría (47 años) y Miguel Torres (38 años) acerca de una posible boda por la que se les pregunta casi cada vez que se ponen delante de un micro. Hasta el momento, lo único verdaderamente cierto es que, por ahora, no se han planteado la unión como una posibilidad inminente. Aunque algo parecido ocurrió con ser padres, y su pequeño Miguel ya tiene tres años… así que no podemos descartar que con la boda pueda pasar lo mismo y veamos a la actriz dar su segundo ‘sí, quiero’.

Pero decidan o no dar el paso, lo que es innegable es que ellos están felices, llevan juntos siete años y parecen igual de cómplices que el primer día, aunque han cambiado muchas cosas en sus vidas. En este tiempo los dos han evolucionado, han hecho cosas nuevas, y han crecido tanto en lo personal como en lo profesional.

Cuando se conocieron, Miguel se dedicaba al fútbol de manera profesional y Paula ya llevaba años trabajando como actriz. Ahora él sigue vinculado al mismo deporte, pero ya no es jugador; y ella sigue actuando, aunque ha tenido un parón bastante grande en su profesión. Una pausa elegida de manera voluntaria para dedicarse a los primeros años de su hijo, pero ahora ha retomado.

Paula empresaria de éxito

En este tiempo se ha dedicado más a las redes, donde ya hacía mucho que se había ganado su hueco, y han sido muchas las firmas y marcas que han confiado en ella para poner su rostro a sus diferentes productos. Y fuera de redes también ha hecho diferentes acciones, como por ejemplo, las colecciones para Primark que lleva más de dos años haciendo.

Paula Echevarría y Miguel Torres
Instagram @pau_eche

Pero en lo que ha estado muy volcada ha sido en su propia marca, Space Flamingo, una firma de ropa que vende a través de internet y que comenzó en 2018 junto a su representante Ana Tenorio y otro socio. Las cuentas de la sociedad no están actualizadas y las últimas que se pueden consultar pertenecen al año 2022, pero dejan más o menos claro cuál es el pulso económico de la firma, que en aquel ejercicio registró ventas superiores al medio millón de euros, concretamente 552.000 euros, y mantienen un total activo de 225.000.

Los negocios de Miguel Torres

Miguel, por su parte, en 2020 dejó el terreno de juego y, desde entonces, no parado. Una de sus grandes aventuras profesionales fue entrenar al equipo juvenil de la División de Honor del Rayo Majadahonda. Además, se ha formado en la parte más técnica del deporte con el máster en Dirección, Metodología y Análisis en el Fútbol, lo que le permitiría poder entrenar a un equipo de cualquier categoría. Incluso, hacer realidad su sueño: dirigir al Real Madrid.

En paralelo, Miguel ha tenido una ajetreada vida empresarial. Han sido muchas las iniciativas en las que se ha registrado su nombre pero en la actualidad solo cuenta con dos empresas en su haber. 

La primera de ellas y más antigua es Construcciones de Móstoles SL, dedicada, como su propio nombre indica, a la construcción y que se dio de alta hace 51 años; aunque Miguel no formó parte del proyecto hasta 2012, momento en que lo hizo junto a muchos otros socios que hoy día siguen formando parte de la misma. Desde hace dos años esta no presenta mucha actividad, y de hecho, el último año no ha facturado un solo euro y lo ha cerrado con pérdidas de 24.000, algo poco significativo si se tiene en cuenta que mantiene un activo total de 1,2 millones de euros.

Más personal es Torres Imagen y Gestión SL, una entidad que se creó cuando él fichó por su primer equipo y que, diecisiete años después, sigue en activo con él como administrador único y con la actividad principal tipificada como: “arrendamiento de la propiedad intelectual y productos similares, excepto trabajos protegidos por los derechos de autor”. No es posible saber cuál es la situación económica de la entidad porque hace años que no se actualiza, pero sigue en activo y sigue siendo el proyecto principal de Torres.

A la pareja no les falta de nada, ni en el terreno económico, ni en cuanto a ideas, ganas y esfuerzos para innovar y adentrarse en nuevos campos, más allá de sus profesiones. Ahora solo les queda pensar si definitivamente habrá o no habrá boda, por ahora todo indica que no, pero… ¿Quién sabe?