Lolita se atreve a contar en 'Lo de Évole' algo que nunca había dicho sobre la muerte de su hermano Antonio Flores: “Lo sabe muy poca gente”

Fue un shock del que costó mucho recuperarse. Antonio Flores fallecía solo quince días después de la muerte de su madre, Lola Flores. Las hermanas Lolita y Rosario no se había repuesto todavía del fallecimiento de la cantante cuando la desgracia volvió a cebarse con ellas. Una de la que nunca habían sido capaces de imaginar. Antonio moría dejando a sus hermanos completamente destrozadas. Nada iba a volver a ser lo mismo.

“Hay muchos camerinos de patadas mías, de puñetazos en la pared y de espejos rotos”, le ha contado a Jordi Évole. La cantante no pude ni describir el dolor que sentía tras la muerte de su madre y de su hermano. “Yo terminaba un concierto y tiraba sillas. Fue un año de locura absoluta en el que bebía, tomaba cocaína, me acostaba a las tantas...”. Adicciones que trataban de suplir dos vacíos que le habían dejado completamente perdida.

La muerte de Antonio fue un golpe demasiado duro. Ahora, en 'Lo de Évole', Lolita se ha visto con valor de narrar algo que nunca antes había contado. Un hecho que repetía y que vivió después de la muerte de su hermano.

La muerte de Antonio Flores

“Cuando murió mi hermano, iba prácticamente todos los días al cementerio. Eso lo sabe muy poca gente”. Lolita Flores ha querido abrirse como nunca ante la atenta mirada de Jordi Évole. El presentador recogía a la cantante y actriz después de una de sus funciones y charlaba con ella sobre todo y sobre todos. Como no, tanto su madre, Lola Flores, como su hermano Antonio estaban muy presentes

“Hablaba con él y de las cosas que quizá se me quedaron en el tintero, que eso sí me da mucha tristeza. A lo mejor no hice lo suficiente, no hice lo que tenía que haber hecho”, reflexiona Lolita. “Nos mentía mucho, es un dolor muy grande el que se pasa. Él salía, salía solo. Se iba a lo mejor a la finca de un amigo y se comía el mono él solo. Estaba tres o cuatro años limpio. Cuando murió mi madre ya se había quitado de eso”.

El golpe que supuso la muerte de Antonio solo dos semanas después del fallecimiento de Lola Flores es algo que todavía no han podido digerir. “Yo no sabía que se quería tanto a un hermano. Se le quiere tanto como a uno mismo”, se sincera ahora. Fue su hija la que alertó a Rosario que algo no estaba bien con su madre. Ahí pusieron freno a la espiral de destrucción en la que había caído la cantante después de dos pérdidas tan duras.

El infierno de Lolita

"Me daban las ocho de la mañana. A las 07:30 me lavaba la cara, porque mis hijos se iban al colegio, para que me vieran bien y luego me acostaba. Así estuve un año y pico", ha querido explicar ahora Lolita. La cantante, siempre directa y sincera, ha abierto su corazón sobre cómo le afectó la muerte de su madre y de su hermano. "Ponía los discos de Moncho, me ponía mi botella de whisky y una caja de pañuelos y a escribir y llorar".

"No tuve miedo de quedarme anclada ahí, pero me salvó mi hija. Estaba muy pequeñita, con unos 8 años, y llamó a mi hermana y le dijo: 'Tía, veo a mi madre regular. No la veo bien'. Y mi hermana me dijo: '¡Para! Porque tu hija te necesita y tu hijo es muy chica. Y de un día para otro", ha contado a Jordi Évole.

Entre lágrimas, ha recordado los meses en que vivió un infierno. Fue algo terrible, muy doloroso y del que tuvieron que ayudarle a salir. Su hija alertó a su hermana Rosario y Lolita volvió a retomar las riendas de su vida. Las dos muertes habían sido demasiado dolor para poder asumirlo. Durante ese año y medio, la cantante perdió el sentido y el rumbo y no lograba volver a recuperarlo.