El que crea que en un solo año la vida de uno no puede experimentar un giro de 180º, que se lo pregunten a Paula Echevarría. Cuando acaba de cumplir los 41, los 40 que deja atrás ha sido una edad decisiva para la actriz. En estos 365 días su realidad ha cambiado POR COMPLETO.
- Empezando por su trabajo. Su fichaje por parte de Mediaset ha supuesto para la intérprete dos suculentos proyectos en la ficción: una película y una serie. Vasile ha sido el responsable de devolver a Paula a la pantalla grande de la que llevaba años apartada. El grupo ha contado con ella en la comedia de tintes negros ‘Ola de crímenes’, donde, aunque no es absoluta protagonista, pues es Maribel Verdú, sí tiene un papel destacado. A esta película hay que sumar la segunda parte de ‘Los nuestros’, donde encabeza el reparto junto a Rodolfo Sancho.
Eh, esperad que los cambios radicales en la vida de Paula no han hecho más que empezar. Lo anterior era lo que respectaba en cuanto a trabajo, pero donde de verdad se ha vivido un tsunami de novedades ha sido en su vida privada, recordemos que:
- Ya es una señora divorciada. Ella y David firmaron los papeles en primavera, dejando claro que habían llegado a un punto de no-retorno.
- ¡Tiene su propia casa! Al menos, la están construyendo. Dado que el chalet familiar es de David, ella quiso tener su pedacito propio de tierra, así que se compró una parcela en la que están construyendo una casa prefabricada de lujo. Debería tenerla lista en pocos meses, y, antes de que acabe el 2018, viviría en ella.
- Está enamorada. Mientras el agosto pasado fantaseábamos con la idea de que Paula y David volvieran, ahora estamos convencidos de que eso no ocurrirá. Echevarría va muy en serio con Miguel Torres, que ya conoce hasta a su hija. Y le hace regalos que le sientan mal al padre de la niña… lo que nos lleva a
- ¡David también tiene pareja! No ha sido tan confirmada como la de Paula, pero su ex ha rehecho su vida con una compañera de programa de baile. Con el divorcio firmado, cada uno es libre de enamorarse de quien ellos quieran. Cuánta tranquilidad…