El cuerpo en llamas' y 'Las cintas de Rosa Peral' han revolucionado Netflix. Desde hace semanas no hay tertulia o conversación en la que no se hable de la serie basada en la vida de la condenad por el crimen de Pedro Rodríguez, un agente de la Guarda Urbana de Barcelona cuyo cuerpo apareció en mayo de 2017 dentro de un coche completamente quemado a orillas del pantano de Foix. Internada en la prisión de Mas d’Enric, en El Catllar (Tarragona), la protagonista de esta terrible historia no ha querido quedarse al margen del revuelo mediático que se ha formado con la ficción de la plataforma estadounidense y ha concedido una polémica entrevista a 'El matí de Catalunya Ràdio' sobre los medios de comunicación, la serie y la imagen que se ha trasladado de ella: "Han intentado hundirme", se ha quejado.
Tras estas palabras, este jueves 21 de septiembre Patricia Pardo ha lanzado una clara advertencia a Peral antes de dar paso a unas imágenes sobre su entrevista: "Advertirle a la propia Rosa que cualquier alegato en pro de su defensa es estéril porque está condenada por sentencia firme a 25 años de prisión por haber acabado con la vida de su pareja, de Pedro. Es verdad que está de actualidad por el estreno de esos dos proyectos de la plataforma. Eso sí, ella sigue hablando del daño que la serie y el documental están haciendo a sus dos hijas" ha sentenciado la presentadora en 'Vamos a ver'.
En dos conversaciones telefónicas desde la prisión (por las que va a ser castigada con una falta grave por hacer caso omiso de la prohibición por parte de la administración), de ocho minutos cada una de ella, la condenada ha querido defender su imagen: "No fui al juicio siendo anónima", ha insistido, muy convencida de que el documental y la ficción no le dejan en buen lugar. De hecho, lo cierto es que el departamento de justicia la ha sancionado por saltarse las normas (consideran que ha vulnerado ese régimen de comunicaciones) y realizar ambas entrevistas, limitando sus llamadas y videollamadas a solo su familia directa, ya que en condiciones normales, los presos tienen autorizadas las comunicaciones telefónicas con 10 personas que ellos eligen. "Hay que tener en cuenta su capacidad de seducción y manipulación. Fue necesario explicar en sala sus relaciones para que los miembros del jurado popular entendieran su modus operandi. Nos dan igual las relaciones sexuales o afectivas que hayan tenido, pero era una pieza fundamental para entender su comportamiento. Me preocupa esta halo de misterio. No perdamos la perspectiva, es una asesina", ha añadido Patricia después de escuchar las palabras de la condenada.