La relación entre Carmen Borrego (58 años) y su hijo, José María Almoguera (35 años) ha sido una bastante intensa, sobre todo en los últimos tiempos, ya que ambos protagonizaron un controvertido distanciamiento provocado por algunos temas relacionados con la anterior pareja del joven, cuya vida ha cambiado de manera radical en el último año. Almoguera ha pasado de ser un personaje casi anónimo que trabajaba tras las cámaras a conceder entrevistas en televisión hablando de su madre, entrar en ‘GH DÚO 3’ y ahora ser colaborador de un programa de Telecinco. Y es precisamente en esta cadena donde ha vivido la reconciliación final con su madre, a la que hizo llorar con sus palabras.
El momento que hizo llorar a Carmen Borrego
Aunque fue el pasado 4 de abril cuando madre e hijo vivieron una especie de acercamiento, sincerándose el uno con el otro, anoche daban un paso más allá en el programa ‘¡De Viernes!’ y pudieron ahondar más en uno de los temas más preocupantes en la vida de la tertuliana, el divorcio de su marido y padre de sus dos hijos, Francisco Almoguera, siendo un tema del que reconocía que nunca han llegado a hablar en profundidad y que su hijo podría tener encallado.
José María comentaba que el tenía sólo 5 años cuando esto pasó, estando a su lado su nueva pareja, María La Jerezana, a la que conoció en el reality en el que concursó hace un par de meses y con la que todo ir parece genial, tanto que anoche la andaluza quiso estar a su lado para darle fuerza en este emotivo momento. Lo más emocionante llegaba cuando Almoguera sacaba su móvil y leía una carta que había escrito para su madre, que se encontraba al lado de la pareja y que no pudo evitar emocionarse al escuchar a su hijo.
“Los niños comienzan por amar a sus padres. Cuando ya han crecido los juzgan y algunas veces hasta perdonan Cierro los ojos y me veo a mí, de pequeño. Entro en tu habitación, tú me pides dormir cinco minutos más y yo estoy a tu lado, esperando a que te despiertes. Me acuerdo de esos abrazos tuyos, del olor de tu perfume y maquillaje”, comenzaba leyendo, siendo visible en el rostro de Carmen la emoción que la asaltaba, luchando por no estallar en lágrimas. “Yo sigo siendo ese niño, un poco trasto, que vio cómo su vida cambiaba el día que se subió a una moto. Después, la vida y las motos me han hecho recorrer muchos caminos, algunos con más curvas que otros, y ahora veo en mi peque a ese niño que era yo”, continuaba su hijo.
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“Quiero protegerlo de todo, aunque, algún día, él también tendrá que ponerse un casco y recorrer su camino. Pero siempre, yo voy a estar para él. Y como yo he tenido la suerte de tener a las dos mejores abuelas del mundo, sé que tú también lo vas a ser para él. Me quedo con los buenos momentos, con los abrazos y con tu mensaje al salir de 'GH DÚO', diciendo que estabas muy orgullosa de mí", terminaba de leer, no pudiendo evitar que su madre acabase llorando y que los dos se fundiesen en un emotivo abrazo y prometiéndose que van a mirar hacia delante y luchar para tener un nuevo comienzo como madre e hijo, dejando atrás todo rencor posible.
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La terapia entre madre e hijo
El citado programa de Telecinco puso a una psicóloga para mediar entre madre e hijo para intentar que estos arreglasen las cosas entre ellos. "Que haya una persona mediando entre nosotros ha venido muy bien para explicar la parte de cada uno, porque muchas veces entre nosotros no somos capaces de escucharnos", comentaba el hijo de Carmen, que también afirma haber tenido una infancia “acomodada y feliz”.
En esta terapia llegaron a hablar de episodios bastante duros como cuando la hija de María Teresa tuvo una terrible enfermedad: "Hubo un momento que él era muy pequeño, que es cuando me detectan un cáncer, y yo creo que en ese momento lo pasó muy mal. Conmigo nunca lloró, pero recibí llamadas del colegio en las que él estaba llorando. Y nunca lo ha verbalizado, nunca lo hemos hablado", aseguraba Carmen, que considera que esto les ha venido genial a los dos.
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"No me queda nada malo dentro, todo lo que tenga que decirle a partir de ahora será bueno y será positivo, de una manera constructiva para recuperar la amistad que teníamos antes. Mi madre ha seguido siendo siempre, lo que faltaba era esa cercanía, esa amistad, esa familiaridad, y es lo que se está recuperando", concluía el nieto de María Teresa Campos.