Últimamente en la vida de Pablo Alborán (35 años) todo son cambios. Llevaba un tiempo alejado del foco y su regreso ha sido por todo lo alto. La primera noticia con la que nos ha sorprendido ha sido fichando por Netflix para hacer un personaje en la segunda temporada de ‘Respira’, una serie médica cuyos protagonistas son Blanca Suárez y Manu Ríos. Es la primera vez que el cantante se pondrá ante las cámaras para ejercer como actor, y parece muy ilusionado por ello. Pero este reto no ha sido lo único que le ha tenido ocupado los últimos meses, también ha tomado una gran decisión, y ha sido la de fichar por GTS, la nueva agencia del marido de Eugenia Martínez de Irujo, Narcís Rebollo, para que se encargue de gestionar todo lo referente al nuevo proyecto en el que lleva años trabajando.
De hecho, esto último lo anunciaba él mismo demostrando la ilusión que le ha hecho dar este paso, con unas divertidas fotos junto a Narcís sonriendo ambos y las siguientes palabras: "Empiezo esta nueva etapa llena de ilusión y trabajo con toda la confianza puesta en GTS para defender al 100% el nuevo proyecto que estoy preparando. Junto a @warnermusicspain Warner Music como discográfica y A6Cinema como representantes en el mundo de la interpretación, GTS llega pisando fuerte para ayudarme a conseguir todas las metas que tengo para los próximos años. Narcís Rebollo es sinónimo de motivación y creatividad. Su equipo está lleno de ideas para una industria en constante movimiento y me alegra pertenecer a esta nueva familia. Vienen grandes momentos juntos”.
Momentos que probablemente todavía se hagan esperar porque en abril de este mismo año el malagueño finalizó la gira por América de ‘La cu4rta hoja’, su sexto álbum de estudio, y tomó la decisión de parar para dedicarse en cuerpo y alma a disfrutar de su familia y a componer y crear canciones “sin presión”. Y es que su trayectoria es difícil de superar, por lo que seguro que para él mismo también es difícil sentir que en cada álbum tiene que encontrar la fórmula para ir un poco más allá que con el anterior.
Los comienzos de Pablo Alborán cuando era solo un niño
El debut de Alborán fue el 2010 con su archiconocida ‘Solamente tú’, que después incluyó en su primer álbum y que hizo que fuera el primer cantante masculino en lograr el primer puesto en ventas en su primera semana de lanzamiento. Y desde entonces todo ha sido así, no ha parado. Ha tenido veinticuatro candidaturas a los premios Grammy Latinos. Un éxito que ni mucho menos es casual, sino fruto de un trabajo que empezó siendo él muy pequeño.
Quienes le siguen muy de cerca saben que compuso su primera canción con siete años, y la llamó ‘Malva’ por el color de un vestido de su madre, que fue en quién se inspiró. Era muy pequeño cuando ya resultaba evidente que la música era una gran inquietud para él, sus padres le apuntaron a clases de guitarra y canto, pero cuando él dijo que quería dedicarse a cantar de manera profesional, a su progenitor no le hizo tanta gracia. Él, que era arquitecto, quería que su hijo estudiara una carrera, algo a lo que este negaba.
Y entonces entró en juego la que fue su profesora de canto, que en una entrevista con Vanitatis hace unos años explicó: "Pablo me pidió que hablara con su padre. Le expliqué a este que su hijo lo tenía todo para ser un cantante de éxito mundial. 'Es el próximo Alejandro Sanz', le dije. Con aquella conversación le di la oportunidad de que su padre reconsiderara los pasos de su hijo".
Y es que ella tuvo claro desde que lo conoció que tenía mucho futuro: “Su padre siempre me dice que soy yo la que tiene la culpa de que 'el niño' esté cantando. Vino con 16 años a la escuela, acompañado de su madre. Esta me dijo que a Pablo le gustaba cantar. Gestionamos la matrícula y empezó las clases. En la primera clase le hice una prueba. Siempre pregunto a los alumnos qué estilo de música les gusta, si han tomado clases antes... Ese tipo de cosas. Pablo me dijo que nunca había tomado clases de canto. 'Necesito escucharte', le dije. Venía con una guitarra y era muy muy tímido. 'Me gusta cantar canciones compuestas por mí', me contó. Cogió la guitarra y sin levantar la vista del suelo, se puso a cantar 'Desencuentro'. Se me cayó la baba... No daba crédito a lo que escuchaba... Cuando terminó, le pregunté: 'Pero ¿tú de dónde has salido? ¡No tienes edad para componer esto!'. Esa profundidad en la letra, en la melodía, esa capacidad... No era normal. Cada día me traía una canción nueva, a cuál mejor. Era un prodigio, absolutamente extraordinario, algo insólito".
A los 12 años cantaba en un restaurante junto a una familia que bailaba flamenco, y su hermana Casilda, que es veinte años más mayor que él, siempre fue su gran valedora, la que le apoyó de forma incondicional, incluso cuando él pensaba que no lo lograría. No es su única hermana, tiene otro también mayor que él, Salvador, que ha trabajado en algunas ocasiones junto a él en sus giras. En 2010 cuando Youtube ya eran una gran plataforma, él se decidió a subir algos vídeos suyos cantando y fue cuando el productor musical Manuel Illán se fijó en su talento. Y el resto es historia.
La historia de un joven que pasó de ansiarlo a tenerlo todo. Quería ser artista y se convirtió en número uno casi de un día para otro. Cantar sigue siendo su pasión y siempre se muestra muy agradecido por todo lo que ha logrado, pero también ha habido momentos duros y no los ha ocultado. Él mismo, en una entrevista con Bertín Osborne, confesó que en 2014 sufrió de ansiedad, lo que le llevó en 2016 a frenar y tomarse un descanso, volver a Málaga, porque hasta ese momento estaba entre Madrid y Málaga y reencontrarse un poco a sí mismo para asimilar todo lo que le había pasado.
De ahí que ahora, cuando siente que es necesario, para y respira. Y eso es lo que está haciendo en estos momentos, componer desde la calma y vivir. Prueba de ello son sus Navidades, que tal como ha compartido el mismo, las está viviendo su tierra y en familia, está disfrutando del centro, de las luces y de las pequeñas cosas que cualquiera vive en estas fechas. Y es de ahí, de donde nacen las canciones que luego se convierten en la banda sonora de la vida de muchos de sus fans.