Ortega Cano celebra en familia el sexto cumpleaños de su hijo pequeño

Asistieron Gloria Camila y Kiko, y Gema, la hija de Ana María Aldón que la hizo abuela hace un año

Los Ortega-Aldón han estado de celebración. El pequeño de la casa, José María jr., cumplió seis años y eso era motivo más que suficiente para reunir a la familia alrededor del niño y la tarta con las seis velitas. La fiesta tuvo lugar en un parque infantil de bolas, el mejor sitio para que el niño se lo pase en grande, mientras los mayores pueden estar tomando algo tranquilamente sin tener que estar continuamente pendiente del peque.

A la fiesta asistió su hermana, Gloria Camila, en medio de rumores de crisis con su pareja, Kiko Jiménez. Llegaron por separado, pero a la salida posaron juntos. La cara de Gloria Camila era todo un poema, así que al final no sabemos si creernos lo de la presunta crisis o no.

Quien sí estaba feliz era José Ortega Cano. "Cumple seis añitos. Es un niño fantástico en todos los sentidos", dijo de su hijo, que al parecer le gusta esto de ser famoso. "Me preguntó si al cumpleaños iba a venir la prensa", confesó el torero, divertido. Este niño tiene madera y nos gusta.

La gran ausencia fue la de José Fernando, que sigue ingresado en un centro de rehabilitación recuperándose de sus adicciones. Tampoco asistió Rocío Flores, que considera a Ortega Cano como su segundo abuelo, pero recordemos que ella vive en Málaga con su padre y sus hermanos, mientras que la fiesta se celebró en Madrid. Otra ausencia, habitual por otra parte, fue la de Rocío Carrasco, hijastra de Ortega Cano.

La relación entre el torero y la hija biológica de Rocío Jurado no es mala, pero tampoco es para echar cohetes. Ortega Cano la invitó a su boda con Ana María Aldón, pero la Carrasco no hizo acto de presencia. No se habla con su familia y no tenía ningunas ganas de encontrarse con su hermana, Gloria Camila, y mucho menos con su ex, Antonio David Flores, quien sí asistió acompañado de su mujer, Olga Moreno, y sus tres hijos, dos de ellos, hijos de Rocío Carrasco, por cierto, con los que tampoco se habla.