Ona Carbonell (32 años) ha dado un giro a su vida en los últimos días. Ha pasado los últimos 20 años de su vida compitiendo al más alto nivel de la natación sincronizada. Sin embargo, la nadadora considera que es el momento de parar tras haber ganado más de 90 medallas entre Juegos Olímpicos, Mundiales y Europeos, según apuntó Pablo Motos (57 años). La medallista olímpica anunció su retirada el pasado 19 de mayo y este lunes se ha sincerado sobre los motivos en 'El Hormiguero'. "Es una retirada triste porque eres muy joven", le ha dicho el presentador.
"Me siento afortunada y agradecida. Hay que saber cuando empiezas en algo y también cuando acaba. En el deporte hay cincursnates que pueden alejarte, como lesiones y ver que ya no estás a nivel. Es cierto que yo ya no me veía al nivel que estaba en mis mejores momentos, pero lo mío ha sido más emocional. Cuando uno compite a nivel más alto o estás motivado y vibras por y para estar en la piscina o es muy difícil. Yo ya tenía la cabeza en otras cosas", ha expresado Ona. Sin embargo, a Pablo Motos no le ha valido del todo esta respuesta.
El presentador de 'El Hormiguero' le ha preguntado si su familia ha tenido que ver en esta decisión, algo que la nadadora no ha podido negar. "Mi familia ha tirado mucho, sí", ha añadido. Por suerte, Ona lleva años trabajando en su retirada, o eso ha dicho ella misma. "Me lo han dicho muchos exdeportistas, hay que trabajar el final de tu carrera cuando todavía estás en activo. Lo puedes hacer desde hablando con psicólogos a preparándote para el día después. Que no te pille de repente. A fin de cuentas, nos hemos tirado toda la vida buscando ser el mejor en algo y no tenemos experiencia en nada más", ha relatado. Su plan B fue el diseño. De hecho, hace apenas unas semanas se graduó Diseño de Moda en la Escuela Superior de Diseño de Barcelona.
Ona Carbonell se enamoró de la piscina cuando apenas tenía 10 años, pero antes se había apuntado a gimnasia rítmica. Es estos 22 años se ha convertido en una de las nadadoras de sincronizada españolas más reconocidas dentro y fuera de España. Entre los muchos premios que ha ganado hay una plata y un bronce olímpicos. Pero en su vida no todo ha sido competición, también ha habido tiempo para el amor y la maternidad.
Pablo Ibáñez, el desconocido novio de Ona Carbonell
Ona Carbonell mantiene una relación con el exgimnasta Pablo Ibáñez desde 2009. Es decir, llevan más de 14 años de noviazgo, pero se les ha visto juntos en muy pocas ocasiones. Se conocieron gracias a su gran pasión, el deporte. Ona realizaba sus rutinas de natación sincronizada con la selección española en el centro de alto rendimiento de Sant Cugat, en Barcelona. Pablo también entrenaba con su selección en el mismo centro. Coincidieron cuando la catalana tenía 19 años y él, 28.
"Él era deportista. Entrenaba en la selección también y cuando él se fue, yo empecé con la selección española. Cruzamos nuestros caminos, pero teníamos amistades en común", contó a Europa Press en una entrevista realizada en 2016. Comparten pasión por el deporte y ambos saben lo sacrificado que puede llegar a ser competir a ese nivel. "Cuando puede me acompaña a los viajes, y aunque me acompaña, no nos vemos mucho. Cuando me acompañó a los Juegos, estaba en la villa y nos vimos cuando acabaron. Saber que Pablo está ahí me ayuda y cuando no puede, por emai", relató.
Se les ha visto pocas veces juntos. "A Pablo no le gustan muchos los focos", comentó la nadadora en una entrevista para Chance. Hizo una excepción cuando Ona participó en 'MasterChef Celebrity 3' y también se ha dejado ver cuando los fines son benéficos. Llevan 14 años juntos y fruto de este amor han nacido dos pequeños: Kai, nacido en agosto de 2020, y Teo, quien llegó a sus vidas el pasado verano.
La maternidad y el deporte de élite
Ona Carbonell se ha convertido en una abanderada de la maternidad. La nadadora ha hablado sin tapujos de la realidad de la conciliación en el deporte profesional. Esta situación se hizo aún más latente cuando tuvo que interrumpir la lactancia de su primer hijo, Kai, para poder competir en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. En primera instancia había recibido la aprobación del Comité Olímpico Internacional para poder viajar con el pequeño, que entonces apenas tenía un año. Sin embargo, y solo dos semanas antes de que comenzara la competición, se topó con la negativa del gobierno japonés.
Su hijo tenía que permanecer fuera de una villa olímpica que estaba marcada por las retricciones. Finalmente, Ona tomó la difícil decisión de viajar sola: "Para ir a estar con Kai cada día, las veces que fuera, tendría que salir de mi burbuja e ir hasta allí, con lo que pondría en riesgo al equipo". Para evitar que otras deportistas pasaran por lo mismo que ella, se puso en acción. Actualmente, es coordinadora de la Comisión de Maternidad y Deporte del Comité Olímpico Español (COE).
Puede que uno de los motivos que ha llevado a Ona a tomar esta dura decisión sea precisamente la conciliación. La pregunta que muchos se hacen, Pablo Motos incluido, es a qué se dedicará ahora la nadadora de sincronizada. "Sentía que tenía que retarme en otros ámbitos y seguir aprendiendo de la vida. Jamás me voy a desligar del deporte. Tengo muchos proyectos y también disfrutar de la familia. Mi cabeza y mi corazón no querían estar ya al mil por mil en el agua, sino con la familia. No es justo para el deporte español estar a medias tintas. Con mi segundo hijo ya no me apetecía tanto estar en el agua y es tan duro que o tu pasión está a mil o nada", expuso en su perfil de Instagram.
¿A qué se va a dedicar Ona ahora?
Como bien le insistía su madre a Joaquín Sánchez, el ya exfutbolista del Betis, el deporte no es para toda la vida. Por eso, Ona Carbonell ha querido buscar en plan B. La catalana se grabuaba hace apenas unas semanas en Diseño de Moda en la Escuela Superior de Diseño de Barcelona. Su gusto por la moda ya lo había dejado patente en estos años de competición, ya que había sido ella misma quien había diseñado los que ella misma utilizaba en las competiciones y ha lanzado su propia línea de bañadores con Taymory.