¡Nuevo accidente! Belén Esteban, en plenas vacaciones, sufre un doloroso contratiempo

Belén Esteban, mientras se relaja en Tenerife, hace frente a un nuevo incidente que tiene que ver con su salud

foto autor Conchi
Conchi Álvarez de Cienfuegos

Redactora Jefe de Clara Corazón

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Cuando está a punto de cumplirse un año de su dolorosa caída en directo, Belén Esteban (49 años) se enfrenta a un nuevo contratiempo relacionado con la pierna que se rompió aquel fatídico 26 de abril de 2022. La colaboradora, mientras se encontraba de vacaciones en Tenerife, se ha roto un dedo “de su pierna malita”, como ella la llama.

Belén Esteban y su marido, Miguel Marcos, han aprovechado sus días de vacaciones para trasladarse hasta uno de sus enclaves favoritos, Alcalá, en Santa Cruz de Tenerife. Ahí, en uno de los resorts que se ubican en este pueblito costero, el matrimonio se ha relajado, ha tomado el sol, se han bañado en las piscinas del hotel y han comido auténticas delicias. Todo iba sobre ruedas hasta que de pronto, ¡crash! Belén sufría un accidente tras el que acababa con el dedo de su pie derecho inmovilizado.

Aún así, no lo lamenta. Está encantada con esta escapada que han realizado los dos juntos. “No os imagináis lo feliz que soy allí”, cuenta en redes sociales, donde ha abierto su álbum privado de estas soleadas vacaciones. Lo único malo que me ha pasado es que me he roto el cuarto dedo de mi pierna malita, pero estoy feliz. Hoy nos vemos en ‘Sálvame’”, ha comunicado anunciado su regreso.

Un año del fatal accidente de Belén Esteban en directo

El 26 de abril, la dirección de ‘Sálvame’ había propuesto a sus colaboradores unas pruebas parecidas a las que realizan los concursantes de ‘Supervivientes’. Belén Esteban y Lydia Lozano tenían que sujetarse, sin caer al suelo el máximo tiempo posible; pero a la primera se le resbalaron las manos y cayó a plomo. El golpe resonó en todo el plató. Al igual que su “¡ay!”.

La de Paracuellos sabía que algo no andaba bien, que esa caída había tenido muchas más consecuencias de las que le estaban haciendo creer. Sabía que se había roto el pie. Y no fue una rotura cualquiera, Belén Esteban necesitó una operación en la que los médicos usaron hasta 20 clavos y dos placas de 4.5 centímetros para soldar el daño producido. Recibió 55 puntos en una herida que le destrozó mucho más que el pie, también acabó con su estado anímico. “Se me paró la vida. El miedo me bloqueó y me hundí”, contó meses después.

Necesitó numerosas sesiones de rehabilitación y, hasta hace muy poco, seguía necesitando un bastón para apoyarse.

"Estaba cabreada con el mundo, con mi familia, con mis amigos, con mis compañeros, con mis jefes… conmigo misma”, aseguró a Semana. Decía que “estuvo peor de la cabeza que de la pierna”, puesto que lo que peor llevó fue verse incapacitada.

Toda su rutina cambió, hasta la disposición de su casa tuvo que transformarse. Ella, que vive en un chalet de dos plantas, para acceder a la cama tenía que subir por la escalera, por lo que tuvo que cambiar la disposición de muchos de sus muebles para lograr descansar.

Afortunadamente, este traspiés no ha sido para tanto. Es más, ni ha logrado empañar sus días de descanso al lado de su marido.