'El Hormiguero' comienza la semana con una visita especial. El escritor y periodista Máximo Huerta (52 años) visita a Pablo Motos (57 años) y sus hormigas con la excusa de presentar 'La Librería de Doña Leo', un rinconcito literario que acaba de abrir en Buñol, Valencia. Podría acudir por cualquier otro motivo: su breve experiencia como ministro de Cultura y Deportes, su pasado televisivo o su éxito literario. Sin embargo, quiere centrar la atención en su nuevo proyecto, uno que le acerca al mundo literario mientras cuida de su madre en su pueblo natal.
Ha querido poner su pueblo natal en el mapa, y lo ha hecho utilizando el nombre de su perra. Para ello, ha abierto las puertas de la primera librería del pueblo y de la zona. Una en el que no pueden faltar 'Genoveva de Brabante' y 'Cuerpos y almas', los títulos favoritos de su madre. En sus estanterías también está 'Adiós, pequeño', su exito y último libro publicado por Planeta. La historia, galardonada con el Premio de Novela Fernando Lara 2022, comienza con uan frase desgarradora: "Mi madre habría sido más feliz si yo no hubiera nacido". Es solo una de las nueve novelas que ha escrito. Es decir, Máximo Huerta tiene conversación, y para rato.
Máximo Huerta, un 'chico Ana Rosa'
En los últimos días Máximo Huerta se ha dejado ver por diferentes espacios televisivos, como en 'El programa de Ana Rosa'. Durante unos minutos volvió a compartir pantalla con Joaquín Prat y Ana Rosa Quintana. Esta vez, para hablar de su nueva aventura: su librería. A priori, Ana Rosa Quintana (67 años) llevó la entrevista, pero Joaquín Prat (47 años) no pudo evitar coalrse en la conversación. "Felicidades, tío grande", le dijo. A lo que Máximo contestó emocionado: "Te quiero mucho". El periodista y escritor fue lo que entonces se conocía como un 'chico Ana Rosa'. Trabajó en el matinal durante años.
"Me quedo con todos los maravillosos recuerdos y con once años a tu lado, a vuestro lado. Sin duda, la gran escuela del directo", escribió para celebrar el 17º aniversario del programa en sus redes sociales. Aprendió mucho de esa etapa y guarda un bonito recuerdo. "Yo estaba en ‘Informativos Telecinco’ y, de pronto, Xelo Montesinos me llamó: ¡Adelante, vente, tú vales! Te quiero", comentó, recordando el momento en el que recibió la oferta de pasarse a las mañanas de la cadena. Fue una gran oportunidad para su carrera. "Me dijeron de todo. Pero lo que más me gustó es que era ‘un atrevido’. Y hasta hoy".
De colaborador televisivo a ministro
Lleva una época alejado de las cámaras y los focos, aunque a veces se deja ver por espacios como 'La Roca' o 'Ya es verano'. Incluso se atrevió a concursar en 'Mask Singer' y escribió en las páginas de la revista 'Lecturas'. Sin embargo, el día que más atención acaparó fue al ser nombrado Ministro de Cultura y Deportes del Gobierno de Pedro Sánchez, en 2018. En ese momento era conocido por sus apariciones televisivas y por su trabajo como escritor. Duró solo siete días en el cargo, y de ello habló largo y tendido en su última conversación con Risto Mejide (48 años). Dimitió por haber tenido una deuda con Hacienda doce años antes. "Me dolió ver cómo defendieron todos a otros como Pedro Duque y a mí no me llamó nadie", explicó. No podía hablar del tema hasta hace poco tiempo. Le costaba incluso bromear al respecto.
También habló de una llamada que mantuvo con Pedro Sánchez después de que dimitiera del cargo. Le ofreció un cargo en el Instituto Cervantes. Él lo rechazó: "Le dije que ni debió ofrecerlo ni yo debía aceptarlo". Sin embargo, es algo que, como escritor, le hubiera encantado hacer. La oportunidad no llegó en el momento adecuado.
Pese a lo llamativo del tema, el eje central de 'Viajando con Chester' fue la relación que mantiene con su madre. "Estoy cuidando de mi madre y he renunciado a muchas cosas. La cuido porque yo no me puedo quedar con la sensación de 'no hice suficiente', y eso sí que es egoísmo. Lo hago porque quiero quedarme tranquilo y feliz. He tenido que dejar Madrid, trabajos, no irme de viaje con mi pareja...", reconocía a Risto visiblemente emocionado.
Máximo dejó todo para cuidar a su madre
Actualmente está instalado en Buñol, la ciudad donde creció. Ha regresado para cuidar a su madre, quien padece un cáncer. No fue un lugar amable para Máximo. Su infancia fue dura. Estuvo marcada por los malos hábitos de su padre, por sus dificultades para hacer amigos en el colegio y por su apego que tenía a su madre (algo que no ha cambiado con el paso del tiempo y se puede ver en su libro 'Adiós, pequeño').
Su estado de salud es delicado. Está enferma. Sin embargo, Máximo está convencido de que no está preparada para irse, ni él para despedirla. "Estamos a la espera de una operación del tumor otra vez. Eso la hace débil, inestable, colérica, tirana, débil, una niña... Mi madre es una señora con problemas y consciente de que la vida... Tiene un miedo a irse horroroso. Y ella no sabe que yo tengo más miedo que ella. Cuánto nos está costando morirnos a los dos, le digo a veces", reflexiona ante el publicista.