Ana Soria y Enrique Ponce están viviendo su primer verano de amor. Como si se tratara de una luna de miel, sus momentos juntos solo se ven interrumpidos por los compromisos profesionales a los que el torero tiene que hacer frente. Unas faenas en las que en un primer momento la estudiante de Derecho se dejó ver. Sin embargo, en los últimos días parece que ambos han decidido cambiar de estrategia y ahora es él quien acude en solitario a las plazas de toros.
Fue el pasado 6 de agosto cuando Ana Soria vivió su primer gran susto en una plaza de toros después de que Enrique Ponce sufriera una cogida en el Puerto de Santa María. La joven almeriense estaba presente y no lo pasó nada bien, tal y como muestran las imágenes del momento. El animal volteó al valenciano, lanzándolo por los aires, pero no fue a mayores. Aún así, la estudiante no pudo evitar la angustia desde las gradas.
Desde entonces, Ana no se ha dejado ver en una plaza de toros. Aunque Enrique Ponce sí que ha tenido más compromisos profesionales más, como el pasado 13 de agosto en Fuengirola. Es más, el torero ha puesto rumbo a Francia y lo ha hecho en solitario. Sin Soria, el valenciano ha sido fotografiado junto a unos amigos en Béziers, en donde ha acudido a torear. La joven, sin embargo, ha decidido perdérselo una vez más.
Unas ausencias con las que Ana Soria parece seguir la estela de Paloma Cuevas. Durante los años en los que ha compartido su vida con Enrique Ponce, contadas son las ocasiones en las que la ‘socialité’ acudió a ver al torero en una plaza. La mujer prefería quedarse en casa a la espera de que su marido regresara sano y salvo en lugar de estar presente. Una estrategia que ahora parece copiar la estudiante de Derecho.