Londres acapara estos días la atención y las miradas en todo el mundo. Allí está teniendo lugar los actos centrales de la despedida de Isabel II. Después de que el pueblo británico haya podido rendirle respeto durante los cuatro días que ha estado instalada la capilla ardiente en el palacio de Westminster, que aloja las cámaras del Parlamento del Reino Unido, el lunes 19 de septiembre tendrá lugar la ceremonia del último adiós a la soberana. Un funeral de Estado que está llamado a ser el gran encuentro 'royal'y al que no faltarán los reyes de España, Letizia y Felipe, y los eméritos, Juan Carlos y Sofía.
Por si este doble pulso no suscitara interés suficiente, se convertirá en una nueva cita en la que coincidirán Meghan Markle y Kate Middleton. El momento de su reencuentro ha sido el más esperado después de las tensiones que han venido protagonizando desde que los duques de Sussex decidieran abandonar la familia real británica. El camino para la esposa del príncipe Harry estaba lleno de piedras y obstáculos, puestos por ella misma, a consecuencia de las últimas duras indirectas que les había dedicado desde su recién estrenado podcast.
Sin miedo a equivocarnos podemos afirmar de la princesa de Gales que es de las que ni perdona ni olvida. Un actitud que contrasta con la de su marido Guillermo sí que ha demostrado en público que está dispuesto a tender puentes con su hermano y su esposa. También el rey Carlos III ha dejado claro que quiere rebajar las tensiones con ellos, desde su discurso hasta su decisión de volverse laxo con las normas de protocolo y permitir que Harry pueda llevar su uniforme de militar en momentos concretos, como la vigilia de los nietos este sábado.
Precisamente, una norma de protocolo va a igualar a Kate y Meghan por encima de sus desavenencias. Su contención y educación en su trato es irreprochable, a pesar de que no quieran mantener el contacto visual ni tener gestos de cordialidad entre ellas. En el funeral de Isabel II, antes de que descanse en la cripta de la capilla de San Jorge en Windsor, la princesa de Gales y la duquesa de Sussex coincidirán en un complemento de su vestimenta de luto.
El velo, un complento de tradición victoriana
Se trata del velo negro, que ya las hemos visto llevar durante estos días. Ambas incluyeron este detalle en su look el pasado miércoles, durante el cortejo fúnebre en el que se trasladaron los restos de la reina de Buckingham a Westminster. Tanto Middleton como Markle optaron por un velo corto y no fue una decisión tomada a la ligera. De hecho, es una norma de tradición victoriana y peso emocional dentro de la familia real británica, pues hace referencia directa a la reina Victoria, que lo usó durante toda su vida después de perder a su marido, el príncipe Alberto.
Otro detalle que las ha unido y con el que han querido rendir homenaje a Isabel II son los pendientes de perlas, una joya de la que la soberana era una entusiasta.