Desde hace varias semanas Elena Tablada (43 años) se ha convertido en la protagonista de 'Me quedo conmigo', formato de mtmad (Telecinco) en el que junto a una terapeuta analiza su vida, sus problemas, sus traumas infantiles y sobre todo los divorcios de David Bisbal y Javier Ungría. Junto a su madre, con la que se reencuentra tras acusarla de ser quien filtraba información de su familia, y su hermana Naelé (36 años), la diseñadora se abre en canal para aclarar consigo misma cualquier tipo de polémica.
Si hace unos días Elena dejaba a todos boquiabiertos con la revelación de la actitud que habría tenido Javier Ungría con Ella, la hija que ella tuvo con Bisbal, ahora Naelé se sincera como nunca y carga sin piedad contra el que fuera concursante de 'Supervivientes', que no consiguió convencer al juez de que modificara el régimen de visitas tras comenzar una ardua batalla legal con Tablada.
¿Qué piensa Naelé de cómo ha terminado la relación de su hermana y Javier? "Me parece fatal como finalizó. Es un cobarde. Creo que sí, que tenía manía a Ella porque sí porque está en la edad del pavo. De repente está que entra y no saluda o no se qué, pero el adulto es él. Es una niña. Tienes que aprender a gestionarlo y si te quieres ir no tienes que echarle la culpa a que tienes manía a una niña. Sé adulto y di que no estás a gusto en esa casa", relata tajante la excuñada de Ungría.
Naelé no entiende que el padre de la segunda hija de Tablada diga que rompió la relación y que se fue porque tenía un sentimiento "irracional" hacia la jovencita: "Vaya, que el amor no era tan grande", añade en el vídeo. "Era la excusa más cómoda que podía decir", continúa diciendo Elena. "La relación con Ella al principio era muy buena, pero claro en la vida de todo adolescente hay un momento en el que cambias a adolescente. Y claro, él no es el padre y no tiene ese vínculo emocional para entenderlo. Nunca había sido padre... Se le hizo grande tenerla en casa", sentencia la embarazada.
La confesión de Elena Tablada sobre Javier y Ella
Fue Elena la que abrió la caja de Pandora hace unos días cuando en una de sus primeras palabras con la terapeuta Andrea Vicente. "David no lo sabía. Todo esto empezó cuando nació Camila", comenzó diciendo la diseñadora, dejando claro que prefirió ocultárselo al padre de Ella para no generar ningún conflicto. "Tenemos que hablar. Nunca más voy a hacer un viaje con Ella, le he cogido manía. Hay cosas que hace que no aguanto y hay cosas que no hace que no aguanto también", le dijo Javier a la que entonces era su mujer, cuando en teoría las cosas iban bien entre ellos.
"Yo seguía pensando que él tenía que madurar, que no podía ser así, no me entraba en la cabeza. Ella es una niña muy buena, muy calladita, no es contestona", comentó a la psicóloga sobre este momento en el que decidió decirle al padre de su hija que se marchara. Sin dudas las palabras de Javier dinamitaron su matrimonio. Fue entonces cuando sí que le dijo al intérprete de 'Ave María' lo que estaba ocurriendo con su hija en común: "Oye mira, la relación entre Javier y Ella no está fluyendo como a mí me gustaría".
"Ella normalizaba que eso fuese así desde que nació Camila. A mí se me partía el corazón. Cuando me dijo eso le dije que se tenía que ir. Por no fracasar otra vez, por no romper esto, seguía intentándolo. Me di cuenta que estaba haciendo lo mismo que hacía mi madre. Si tú le dices a una madre eso de su hija, teniendo un hijo ya, no estás empatizando. Es una bestialidad decirle eso a una persona", añadió la empresaria muy emocionada.
Cuando terminó el proceso legal y el juez dijo que el régimen de visitas se quedaba igual por el bien de la pequeña, Elena dejó clara cuál era su postura frente a todo lo que estaba ocurriendo. "No hay ganadores ni perdedores. Se va a juicio porque hay dos padres que no se ponen de acuerdo y hay que decretar unas rutinas y unos días", explicó en '¡De Viernes!.
De hecho, Tablada no dudó en diferenciar de cuando se separó de David, quien no le puso ningún impedimento con su primogénita. "La custodia de mi hija mayor la tengo yo, y me la dio sin ningún problema porque sabía que soy perfectamente capaz de tener la custodia y que él no tenga problema en ver a su hija cuando quiera. Ni siquiera tengo días estipulados, él la ve cuando quiere y puede. Yo lo que quería era la custodia de mi hija por paz mental y no tiene precio", ha añadido", dijo.