El periodista Andrés Aberasturi (76 años) ha hablado en más de una ocasión sobre la dura historia que ha acompañado a si hijo Cristobal, al que todos conocían cariñosamente como Cris, desde que nació. El joven sufría parálisis cerebral y este mismo mes de septiembre nos ha dejado con apenas 44 años de edad. Su padre confesaba en el antiguo programa de Risto Mejide, ‘Chester’, creer que Cris le amaba, aunque no estaba seguro de ello: “No sé si me ama. Quiero pensar que sí”, afirmaba, añadiendo que “el secreto es vivir como sí. Si no, no tendría ninguna salida. Esto sería un infierno”. Ahora que el joven descansa en paz, queremos repasar la triste historia de su corta vida.
La triste historia de Cris, el hijo de Andrés Aberastur
Tal y como confirman desde ‘El Español’, el joven nos dejó a comienzos de este mes, aunque todo lo relacionado con su fallecimiento se ha llevado en la más estricta intimidad, ya que el deseo de la familia Aberasturi Páez era poder decir adiós al joven de manera íntima y privada. El periodista confirmaba la muerte de su hijo al citado medio, aunque fue la periodista Sonsoles Onega (46 años) la que terminaba de ratificarlo cuando daba el pésame a su padre en pleno directo del programa ‘Y ahora Sonsoles’, donde Andrés estaba participando en una tertulia con motivo de otro fallecimiento, el del periodista Jimmy Giménez-Arnau.
Aberasturi ha dedicado toda su vida no sólo a su profesión, también a su hijo, con el que pasaba mucho tiempo y al que le regaló toda su energía y tiempo, protagonizando una bonita historia de entrega, amor y dedicación absoluta hacia un joven que ha luchado por superar las dificultades que le rodeaban cada día.
El libro de Andrés Aberasturi sobre su hijo
Una de las metas del periodista en los últimos años ha sido intentar concienciar a todo el mundo sobre la parálisis cerebral, explicando en cada programa al que podía acudir cómo es convivir con alguien en ese estado. Esto le llevó a escribir en el año 2016 el libro ‘Cómo explicarte el mundo, Cris: Testimonio de la vida con mi Hijo’, un tratado en el que intenta "explicar el mundo a su hijo Cris, que nació con parálisis cerebral (...) Es para Andrés Aberasturi una tarea dura y dolorida. Pero el autor de estas páginas honestas y sin adornos, que sólo pretende dejar testimonio de una parte de su verdad, la considera esencial para combatir el desasosiego".
Hablando con el citado medio ese mismo año, el periodista afirmaba que no se considera “valiente, sólo he hecho lo que tenía que hacer: luchar por nuestro hijo al lado de su madre y sentirme igual de orgulloso de mis dos hijos, cada uno con su historia, con sus problemas. Tengo dos hijos y la diferencia es que Andrés, el mayor, ha tenido la posibilidad de elegir su vida pero su hermano, Cris, no", comentaba.
Además, este también destacó el importante papel de su mujer, Guadalupe Páez Vicedo, en la vida de sus dos hijos:"La protagonista de la vida de Cris es su madre, ella y él, él y ella. Imaginar que una vez dijera una palabra y que esa fuera 'mamá' no es restarme un placer, sino aumentarlo y ser justo".
Andrés habla sobre la importancia de Cris en su vida
En su entrevista con Risto, el periodista confesaba lo que significaba su hijo para él: "La pasión, el amor, un dolor, una alegría... Un montón de antibióticos, un montón de caricias, un montón de noches sin dormir, un montón de sonrisas, un montón de tantas cosas y tan contradictorias". añadiendo que se sentía agradecido de tenerle en su vida, pero no en la situación que vivía el joven. “¿Cómo voy a estar agradecido por tener un hijo con parálisis cerebral? Me parecería absolutamente injusto. Es intolerable, no por mí, sino por él. Él no puede elegir comunicarse, no saber cuando tiene frío… Lo acepto, pero me cabrea. Cómo voy a decir que he aprendido de él con lo que ha sufrido".
A pesar de sentirse gratificado por tener a Cris en su vida, era consciente de la dura situación que les había tocado vivir: "Sé que la gente lo dice con buena voluntad, pero no puedo estar contento de aprender a costa de una neumonía de mi hijo. Yo quería un hijo que saliera por la noche, que viviera… Pero no un hijo que no pueda elegir. No puedo estar contento con eso. Y todo el que diga que está contento, lo respeto, pero no lo comparto", concluía, no estando seguro de si, en caso de poder elegir, volvería a tenerlo.
"Sinceramente, no lo sé. Hubo una vez que tuvimos que elegir meterle de todo o que estuviera tranquilo. Y su madre y su hermano dijeron que para adelante. Yo no sé qué hubiera decidido si hubiera estado solo. Yo le hubiera dejado tranquilo", comentaba muy sincero.