Tamara Falcó (41 años) e Íñigo Onieva (34 años) han superado todos los obstáculos hasta llegar al altar para sellar su amor. Han superado la infidelidad del empresario, los numerosos escollos que se han encontrado durante los preparativos, todo lo que se ha comentado sobre su relación o su futuro como pareja. Cuando decimos que han superado todo es que lo han superado todo, y ahora ambos disfrutan de su vida de recién casados. Ilusionados comienzan una nueva etapa en sus vidas, la de ser una familia, pero como en la vida de todo matrimonio tendrán que superar otros baches y nuevos problemas. La familia suele ser uno de ellos y Tamara e Íñigo no se libran.
En estos días se ha hablado largo y tendido sobre el supuesto mal rollo o tensión entre Isabel Preysler y Carolina Molas. Ambas han negado que se llevan mal y han dejado claro que no se conocen mucho pero la relación es cordial, sobre todo ahora que son oficialmente familia. Pero a esta cordialidad se suma un factor que podría no ser muy positivo ni para las consuegras ni tampoco para sus hijos, y es que Preysler seguiría teniendo alguna reticencia hacia el marido de Tamara Falcó.
Según han explicado en 'El programa de AR' Preysler ha superado y dejado atrás la deslealtad de Íñigo Onieva a su hija, pero hubo detalles en la boda que no le hicieron ninguna gracia. "Estaba muy incómoda. Hubo un discurso de los testigos de Íñigo y venían de pasarlo muy bien. Estaban alegres. Íñigo le llamó 'Isa' e Isabel Preysler empezó a sentirse incómoda y sintió que si la situación no se controlaba se podría ir de las manos", han contado en el programa de las mañanas de Telecinco. Esta situación festiva de Íñigo con sus amigos y la confianza con la que dirigió a ella delante de todos los invitados podría no haber sido del agrado de Isabel Preysler.
La polémica relación de Íñigo Onieva e Isabel Preysler
Julio José Iglesias dejó claro que su madre estaba encantada con la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva porque ella lo único que quiere es la felicidad para su hija. La marquesa de Griñón ha apostado por Íñigo hasta el final poniendo su historia de amor frente a todo y a todos y su familia ha aceptado su matrimonio, aunque haya detalles que tendrán que ir puliendo con el paso del tiempo.
Mucho se ha hablado de la relación de Isabel Preysler e Íñigo Onieva, e incluso se rumoreó que habría sido la madre de Tamara quien descubrió la infidelidad de Onieva días después de anunciarse su compromiso.
El papel de Isabel Preysler en la separación de Tamara Falcó e Íñigo Onieva
"El 28 [de diciembre] pasa todo lo de mami y Mario [Vargas Llosa] y llama mi hermana desde Estados Unidos. Mi madre hizo un comentario sobre tío Julio [Julio Iglesias]. ¿Y si nunca se han dado otra oportunidad y ahora tienen vidas totalmente distintas? Me dio que pensar ese comentario sobre el amor, dijo 'no Chabeli, yo enamorada estaba de tu padre y me rompió el corazón. Por eso no le pude perdonar...'. Mi madre lo que me quiere es evitar el dolor. Me dijo 'Tamara, la gente no cambia', pero yo pensé 'yo he cambiado', yo sí creo que la gente cambia. Seré la típica naif enamorada, pero tengo dos opciones o ver qué es lo que pasa o quedarme con la duda y vivir una vida segura. Pensé voy a intentarlo y ahí que estoy", contaba Tamara Falcó el pasado mes de enero en El Hormiguero, cuando anunció que había decidido dar una nueva oportunidad a su ahora marido. Ahí ya desveló el papel clave de su madre en su relación con Íñigo y en su reconciliación.
Ajenos a comentarios y rumores, Tamara e Íñigo han seguido adelante con su segunda oportunidad. Tras todas estas polémicas, finalmente la pareja ha podido celebrar su boda y comienzan ilusionados su nueva vida como matrimonio. Son conscientes de que aún tendrán pruebas que superar pero solo les queda su amor y todo el tiempo por delante.
En cuanto a Isabel Preysler, de todos es sabido que Tamara Falcó es su ojito derecho y que su felicidad es lo único que le importa. Seguro que con el tiempo Íñigo se ganará su corazón como se ha ganado el del resto de su familia política y el de la marquesa de Griñón, por supuesto.