Íñigo Onieva toma una contundente decisión tras convertirse en el marido de Tamara Falcó

Íñigo Onieva ha hecho un significativo movimiento tras su boda con Tamara Falcó con el que dejaría patente un cambio de actitud en esta nueva etapa de su vida

Jara Bravo
Jara Bravo

Redactora digital de Lecturas

Íñigo Onieva
Gtres

Tamara Falcó (41 años) e Íñigo Onieva (34 años) están disfrutando de sus primeros días como marido y mujer. Los detalles de su enlace han ido saliendo a la luz y hemos podido tener una imagen completa de como fue la unión de esta pareja. Pero, ¿y ahora qué? ¿Cómo enfocan su vida los recién casados? Pues parece que han decidido adoptar una clara postura e Íñigo ha sido el más evidente en cuánto a la decisión que ha tomado tras convertirse en el marido de Tamara. Ambos están disfrutando de su luna de miel, aunque no sin inconvenientes, y este será el arranque de su nueva vida.

Desde que el pasado sábado 8 de julio se dieron el sí quiero en el palacio El Rincón y tras celebrar una preboda y postpoda con sus más allegados, Tamara e Íñigo han desaparecido. Sí, les vimos llegar después de la fiesta y también cómo salían del Hotel Ritz, al día siguiente de la ceremonia, para dirigirse al brunch con sus amigos y familiares. No obstante, ninguno de los dos ha aparecido públicamente para comentar nada en detalle sobre la boda.

En el caso de Íñigo se hace más patente, ya que el joven no ha compartido nada de la boda. El día de antes subió una imagen haciéndole una bonita declaración a Tamara y ambos subieron un vídeo recopilatorio de esa preboda. Pero absolutamente nada del después. Ni una foto juntos ya casados. Ni una imagen de la postboda. Ni siquiera una instantánea anunciando que ponían rumbo a su luna de miel.

Íñigo Onieva y Tamara Falcó
Instagram @ionieva

¿A qué se debe este silencio después de la boda tan mediática que han celebrado y tras meses siguiendo de cerca sus preparativos? Pues quizá precisamente debido a haber estado tanto tiempo en el foco público ha hecho que la pareja haya buscado esa íntimidad. En especial, Íñigo ha dejado claro que busca ese distanciamiento con esa falta de gestos tras la boda y al mostrarse escueto a las preguntas de la boda. 

Por todo ello, parece que la pareja ha tomado la decisión de desconectar y disfrutar de los primeros días como marido y mujer, lejos de comentarios y polémicas, y poder reajustarse a esta nueva etapa vital. De momento, la comienzan con una luna de miel de aproximadamente un mes, en la que podrán redescubrirse como matrimonio.

La luna de miel de Tamara Falcó e Íñigo Onieva

Tamara e Íñigo no han querido esperar y han puesto rumbo a su luna de miel, con encontronazo incluido con Mario Vargas Llosa en el aeropuerto. Aunque no sabemos todos los destinos que visitará la pareja durante este mes, hemos podido saber que el primero de ellos es Sudáfrica, el país del extremo más meridional del continente africano. Ha sido en 'El programa de Ana Rosa' donde se ha desvelado una de las incógnitas sobre la pareja. Al parecer, habrían llegado al aeropuerto de Johannesburgo con la misma ropa de sport con la que se les vio salir del aeropuerto español, tras 20 horas de vuelo.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva
Instagram @tamara_falco

Durante su estancia en el país, aprovecharán para visitar las bodegas de Ciudad del Cabo y realizarán un safari fotográfico por uno de los múltiples parques naciones, que permiten ver a animales salvajes en su hábitat natural. Sería de esperar que también visitarán las famosas cataratas Victoria, muy cercanas a dicho país. 

¿Y después? Pues es posible que una vez hayan recorrido el país africano, el matrimonio decida buscar un destino vacacional más tranquilo y sin nada más que hacer que descansar. Las Islas Mauricio o las Islas Seychelles son dos buenas opciones por cercanía o quizá decidan poner rumbo al destino que más se barajaba, Australia. Incluso se ha barajado que pudieran hacer una parada en Miami para ver a Enrique Iglesias, hermano de la novia y la gran ausencia de la boda. Deberemos esperar para ver hacia que parte del globo se desplaza la feliz pareja.

 

Íñigo Onieva se estrena como marqués de Griñón tras su boda con Tamara Falcó

Por herencia de su padre, Tamara recibió el marquesado de Griñón, un título nobiliario al que Carlos Falcó tenía mucho cariño. Fue en octubre de 2020 cuando decidió solicitar oficialmente ese título y en noviembre de ese mismo año, aparecía publicado en el BOE que Tamara era la nueva marquesa de Griñón.

Así, la joven se convertía en la VI marquesa, un título creado por la reina Isabel II en 1862. Eso sí sin ser Grande de España como su hermano Manuel, lo que supone que no se la trate de 'excelentísima', sino de 'ilustrísima señora'. Tras su matrimonio, Íñigo Onieva pasa a ser marques de Griñón consorte, de manera que no tiene la titularidad del marquesado, pero podrá usar ese título siempre que siga casado con Tamara. Esto no supone ningún privilegio legal o fiscal. De hecho, están sujetos al pago de su correspondiente impuesto.