Con Mónica Naranjo no hay medias tintas ni escala de grises. Si da una opinión como cantante o emite un juicio como jurado, lo que sale por su boca es justo lo que quiere decir, aunque eso suponga que se le echen encima después en las redes sociales. Y es que la pantera de Figueres es pasión desbordante y es esa la forma en que experimenta la vida.
Mónica habla muy claro, es más que evidente cuando es su turno a la hora de valorar a los nuevos chicos y chicas de la Academia de 'OT 2017'. Desde la mesa del jurado que comparte con Manuel Martos y Joe Pérez-Orive, ha lanzado algunos de los veredictos más duros (si no, los más implacables) de lo que llevamos de concurso. Y que se prepare todo el mundo porque, a medida de que pasa el tiempo el terreno también se hace más exigente para los 'triunfitos', por lo que, por lógica, más tajante se mostrará Naranjo ante cualquier error.
En la gala 1, los seguidores del programa se le echaban encima por su severidad a la hora de valorar a Ana Guerra y a Mimi. Mónica Naranjo señaló que la tinerfeña carecía de "credibilidad y recursos", mientras que a la segunda le soltaba un "has desafinado como una almeja", que aún retumba dolorosamente en el plató de OT.
¿Se lo ha pensado mejor y va a suavizar el tono a raíz de la controversia que están levantando sus comentarios? Para nada. Los nuevos 'triunfitos' están viviendo una suerte de simulacro, protegidísimos, por eso advierte que lo que está por llegar podría ser más aún más hostil. "Si parecen duros mis comentarios, esperad a que salgan de OT y tengan que comerse paladas de mierda para enfrentarse al mundo de la música", ha escrito desde su cuenta de Twitter.
Mónica camina sobre terreno seguro y sabe de lo que habla después de una carrera tan amplia como la suya. Ha saboreado las mieles del éxito, pero también los sinsabores de una profesión difícil donde estás totalmente expuesta nada más tu obra aparece en el mercado, ya sea a las críticas o, aún peor, la absoluta indiferencia, más dolorosa si cabe.