,Mónica Cruz sigue empecinada en que Pablo Motos se ponga aunque sea solo por dos minutos de su vida, en la piel de una mujer. Que mala idea no era, pero sí por cómo lo está llevando a cabo la hermana de Penélope. Lo último ha sido demostrar a Motos lo que tiene que aguantar una mujer cuando se enfrenta a una sesión de depilación con cera caliente. GUAU, porque sí amigos, las desigualdades sociales son esas y no cobrar menos o estar aterradas cuando volvemos a casa solas.
Y ahí, intentando arrojar igualdad entre sexos, tienes a Pablo tumbado sobre una camilla de un centro de belleza, a Mónica con cejas pintadas, en batín de raso y con un palo de madera removiendo la cera. Y Pablo haciendo bromas. Y su audiencia femenina impertérrita (igual que Imanol Arias, que era el invitado del día y como tal le tocaba estar presente en situaciones en las que el menos importante era él y no sabía ni dónde meterse, ni qué hacer, ni nada). “Las mujeres estamos tan acostumbradas a esto que hasta hacemos quedadas, como un ‘pijama party’ pero ‘spa party’…”, “¿y os depiláis las unas a las otras? ¡LLAMÁDME!”. Y Simone de Beuvoir retorciéndose en su tumba.
En esto se hallaban cuando Mó aplicó una generosa capa de ungüento en la canilla del presentador. “¡Es sufrimiento para nada!” decía el pelirrojo, “pues como nosotras, ¡qué morro! Tenemos que estar siempre ahí… o cuando eres pequeña que ya empiezas y te metes en este mundo”. Por cierto, Imanol seguía en plató, ahora contemplaba la escena con los brazos en jarras, pero podría haberse ido a por un vasito de agua y refrescarse. Ya lo sabe para la próxima.
“No lo entiendo, Mónica”, “yo tampoco, pero es lo que hay”, “¿y esto también lo hacéis en las partes íntimas?”, “Claro y duele más”. Y, mientras, en la cabeza de Arias, repasaba el guión del próximo capítulo de ‘Cuéntame’.
La escena acababa con este chasarrillo de la actriz. “He oído que mucha gente se pone la crema anestésica que se usa en la depilación con láser para las almorranas, y la crema de almorranas en para las bolsas de los ojos. Con lo cual, ojo, ingle, ojete ¡y se cierra el círculo!”. E Imanol pensando “tengo que hablar con mi agente”.
No hay duda, con Mónica, Pablo ha dado con la horma de su zapato.