Sofía Suescun y Maite Galdeano están viviendo sin duda su peor momento. Si hasta ahora las habíamos visto siempre muy unidas, ahora esa unión se ha roto por los aires. La influencer ha explicado que sentía que su madre no le dejaba ser libre y vivir su propia vida, y Maite por su parte siente que su hija la ha traicionado y culpa de todo ello a Kiko Jiménez, su pareja desde hace más de cinco años. Después de una discusión la ex Superviviente se marchó a casa de su hermano Christian y a través de este le pidió a su madre que se marchara a su piso de la playa, entonces cambió la cerradura de la casa que hasta ese momento compartían las dos, y cuando la pamplonica quiso volver, no le fue posible. Decidió entonces saltar la valla, haciendo sonar la alarma y provocando la llegada de las autoridades. Un momento muy complicado para toda la familia, que Maite hizo público, y que ha marcado un antes y un después en sus vidas.
El dinero siempre ha sido una de las claves de esta historia, pues no son pocas las veces que se ha comentado que Suescun es la ‘gallina de los huevos de oro’ de la familia. Y no cabe duda de que su larga trayectoria como concursante de realities y su posterior carrera como influencer le han dado una vida con la que seguramente ni soñaba cuando pasó el casting para su primer ‘Gran Hermano’ hace diez años. Sin embargo, ahora sabemos que los conflictos madre e hija no tienen este tema como epicentro, si no el control y el deseo de Maite de hacer de la joven casi una parte más de si misma, tal como ella relató en ‘De viernes’.
El patrimonio de Maite Galdeano y Sofía Suescun
Y Lecturas puede confirmar que así es, pues efectivamente, tal como la de Pamplona explicó tras el famoso ‘salto de la vaya’, ella tiene su propia casa, y así reza en el Registro Mercantil, pertenece a Maite “de pleno dominio” desde julio de 2023. Y si, es la casa de Murcia en la que está viviendo desde que se marchó de Madrid. Está ubicada concretamente en Villa de San Javier y forma parte de un conjunto residencial. Tiene sesenta metros cuadrados, dos habitaciones, dos baños, salón comedor, cocina, terraza con vistas al mar, piscina y plaza de garaje privada. No tiene cargas, ni nada pendiente, ni siquiera consta que exista hipoteca sobre el piso.
Es exactamente la misma situación que tiene la casa de Sofía, que es idéntica a otra que compró a la vez que ella Kiko Jiménez. Pero lo hicieron por separado, cada uno la suya. Y la preciosa vivienda unifamiliar que vemos día si y día también en las redes de la influencer, y que ya dio a conocer en exclusiva la revista Lecturas, está construida a las afueras de Madrid, valorada en un millón de euros, con acabados de lujo, más de mil metros cuadrados de parcela y 250 edificados en una sola planta. Ella misma explicó, en aquel reportaje, que solo la cocina costaba 30.000 euros. Es decir, el valor es mucho mayor que el de la casa de Maite, de eso no cabe duda.
Y, además, en febrero de este mismo 2024, mientras Kiko concursaba en Superviventes, Suescun compartió con sus seguidores que había comprado un solar que siempre veía cuando paseaba a sus perros y que su sueño era construir sobre él una casa. Nunca volvió a pronunciarse al respecto, y quizá fue una operación que no terminó de formalizarse, pero lo cierto es que, a su nombre, en el Registro, solo existe su vivienda actual.
¿Y Kiko Jiménez?
Kiko, por su parte, le cogió el gustillo al papel de promotor cuando ambos adquirieron sus viviendas en 2020 y comenzó a tomarse el sector de una manera más profesional. De hecho, cuando conoció a Sofía, él ya había hecho su primera inversión, un loft en San Sebastián de los Reyes, localidad madrileña en la que vivió mientras compartió su vida con Gloria Camila, hija de Ortega Cano y la fallecida Rocío Jurado. Vendió aquella propiedad tras terminar con la relación e invirtió en la actual, que también trató de vender cuando la de Pamplona hubo terminado la suya. Pero finalmente no lo hizo, y actualmente mantienen las dos y por ahora (si nada ha cambiado con los últimos acontecimientos) viven separados.
Sin duda, todo lo que ha ocurrido, supone cambios muy importantes en la vida de todos los implicados. Y probablemente en la de Maite, además de afectivos, también se trata de cambios económicos y de comodidad. Si las cosas no cambian, se desconoce si se quedará a vivir en Murcia, pero por ahora no tiene vivienda en la capital, ni parece probable que a corto plazo vaya a acercar posturas con su hija, pero todo puede pasar.