Mila Ximénez vuelve a ‘Sálvame’ tras ‘GH VIP’: "Estoy desubicada y no tengo ganas de sangre y bronca"

Seria y desubicada. Mila Ximénez, tras haber pasado más de cien días en la casa de ‘GH VIP’, regresaba esta misma tarde a su puesto en ‘Sálvame’. La colaboradora, todavía sin haber terminado de desconectarse de la realidad de la casa, ha dejado claro que no vuelve con ganas de enfrentamiento. “No tengo ganas de sangre y de bronca”, aseguraba en los primeros momentos en plató. El regreso no se presenta sencillo, pues han sido varios los compañeros que se han mostrado muy críticos con ella, pero la Mila que vuelve de Guadalix es muy distinta a la que se fue.

“Estoy todavía desubicada”. Ya había estado en ‘Sábado Deluxe’, pero Mila regresaba esta tarde a su programa diario. “'GH' me ha servido para mi vida personal”, le aseguraba a Paz Padilla. La colaboradora, después de los 103 días de encierro y de haberse coronado como finalista del reality, tiene claro que su visa ha cambiado. Mila, tal y como aseguró en su entrevista en exclusiva en ‘Lecturas’, ha aprendido cosas de ella que no conocía. “No he vuelto como una monja, pero este concurso me ha servido para humanizarme y para entenderme a mí”, aseguraba esta tarde.

“La gente en la calle me dice que ha llorado conmigo, que ha reído conmigo, que se ha cabreado conmigo. Entiendo que la gente puntúe mi concurso pero los que lo han visto es la gente que ha votado”. Mila entiende perfectamente que sus compañeros hayan criticado su paso por la casa. “Yo fui crítica con ellos, ¿por qué no van a serlo conmigo?”, explicaba con total tranquilidad. “Doy las gracias a la gente que me ha hecho vivir 103 días y que saliese de la casa como ganadora”.

“La realidad es que me han salvado cuatro o cinco veces y que la gente me ha dejado en la final”. Mila vuelve con fuerza aunque también con preocupación. Todavía le cuesta cerrar el concurso ya que ha sido una experiencia muy intensa. De hecho, incluso su hija tuvo que ausentarse varios días de su rutina por la inquietud que le producía ver a su madre. Todo eso, sin duda, han cambiado a Mila para siempre.