Si hay algo que le da la vida a Mila Ximénez es la visita de su familia. Su hija Alba vive en Ámsterdam desde que en el año 2006 se casó con un empresario de origen israelí, por eso cada minuto que Mila puede disfrutar de su familia vale oro para ella. Alba y sus dos hijos han pasado unos días en Madrid para celebrar, con un poco de retraso, el cumpleaños de Mila, que unos días antes había cumplido 67 años.
Comida en familia
Mila ha disfrutado de su nieto mayor, de 12 años, y de la pequeña, de 6, llevándolos a comer con Alba y con ella a un restaurante italiano de Madrid. Entre carcajadas, madre e hija se ponían al día y compartían confidencias hasta que la pequeña, juguetona, atraía su atención. Aunque su madre le pedía prudencia ante sus brincos y correteos, su abuela no podía disimular una sonrisa de felicidad al verla revolotear.
La relación de Mila con sus nietos es muy especial, pese a que solo ahora el mayor em- pieza a hablar en castellano. “Oírlo hablar español me ha emocionado muchísimo”, ha comentado Mila sobre estos avances, de los que ella es responsable. “Le estoy enseñando lo habla delante de mí porque le da vergüenza”. El aprendizaje de su hermana lo deja para más adelante: “Todavía es muy pequeña y solo habla inglés”, dice.
La mejor abuela del mundo
Para sobrellevar la distancia entre ellos, a veces es Mila la que viaja a Ámsterdam y, a veces, Alba la que se desplaza a Madrid. En esta ocasión, las circunstancias hicieron que resultara más conveniente realizar el encuentro en España. “Cada vez se me hace más cuesta arriba”, llegó a declarar Mila en un momento de bajón hace dos años sobre la distancia que les separaba. Sin embargo, gracias a este tipo de encuentros, la periodista puede recargar sus pilas emocionales. Cuando sus nietos le felicitaron el cumpleaños, Mila rompió a llorar. “Sabéis que sois mi vida, os quiero con toda mi alma”, les respondió, agradeciendo también a su hija que les hubiera grabado un vídeo cantándole el cumpleaños feliz (eso sí, en inglés). En este vídeo, la califican como “la mejor abuela del mundo”.
El hermano de Mila su unió
Tras cuatro días haciendo planes juntos y disfrutando de días soleados en Madrid, llegó el momento de la triste despedida. Ese día, se unió al grupo Manolo, el hermano de Mila, que quiso despedirse de Alba y de sus dos sobrinos nietos. Mila está muy unida a su hermano, que le defendió a muerte durante su paso por ‘Supervivientes’ en 2015, por lo que resulta natural que disfrute compartiendo con él las estampas familiares más emotivas. Y emoción no faltó en esta despedida. Alba y sus dos pequeños debían regresar a Holanda para continuar con su rutina. Conteniéndose las lágrimas, Mila se fundía en largos abrazos con todos para desearles lo mejor y empezar a planear el siguiente encuentro