A pesar de lo reservado que es y lo poco que le gusta hablar de su vida privada, poco a poco conocemos más cosas de cómo es Miguel Bosé como ‘papito’. El artista tiene 4 hijos, y con esos ha decidido plantarse, no quiere ampliar la familia, con esta “camada”, como los llama, ya tiene suficiente.
Ayer visitó ‘Late Motiv’, el programa de Buenafuente en Cero, y además de hablar de su Ondas, su concierto unplugged y su fiesta benéfica anual que recoge fondos para la lucha contra el sida, también contó algunos de sus secretillos educacionales. Como por ejemplo, que estimula muchísimo a sus hijos. Ha decorado sus habitaciones con pósters de células, animales marinos, estrellas, cohetes… pretende que sus querubines sean hombres de ciencia el día de mañana, y que tengan la música solo como divertimento. Así les aconseja: “Dedícate a la música como hobby, en casa con amigos, pero no dediques tu vida a la música”. Piensa recordarles que la suerte que él tuvo fue “como si me tocara la lotería, uno entre un millón”, y está convencido de que es muy difícil que a ellos también les toque. “No seáis unos muertos de hambre, así que dedicaos a cosas que vayan a tener un futuro. Por ejemplo, ingeniería robótica”, concluyó.
Al hijo de Lucía Bosé le gustaría que sus chicos se dedicaran a construir los robots del mañana, así que los estimula con juguetes “ahora cambian pilas, después desmontarán la Thermomix”. Aclara que, eso sí, los niños ya están aprendiendo a tocar el piano.
“Son unos cañones. Temo que cuando crezcan me pidan las llaves cuando vayan a salir, ¡los voy a forrar a condones porque todas querrán entrar en la familia Bosé!”, bromeó con Buenafuente, dejando claro aque los chiquitines han heredado todo el atractivo de su padre.