Hace algún tiempo, Miguel Bosé permitió que nos asomásemos a su blindadísima intimidad mostrándonos algunos detalles de su casa madrileña. Un verdadero búnker que compartió con quien fue su pareja los últimos 26 años, el escultor Nacho Palau. Ahora que su pasado vuelve al presente debido al programa 'Hormigas Blancas', esta casa de hormigón repleta de rincones secretos se convierte en una nueva ventana a su cercada privacidad. 

Durante todo este tiempo, el cantante ha procurado mantener de lo más preservada su vida íntima y su hogar, claro está, pertenece a ese terreno vetado para el que no es ni amigo íntimo ni familia. Hace dos años, abría sus puertas de esta manera tan poco usual en él: “Estoy en Madrid y esta es mi casa. No sé por qué nunca la enseñé”, dijo en redes con una familiaridad a la que no estamos acostumbrados. Ahí pudimos vislumbrar el que es su 'valuarte' en Madrid.