La semifinal navideña de 'MasterChef Celebrity' tuvo una invitada de excepción, Mercedes Milá (71 años), a la que el 'talent show' culinario de La 1 ha tentado en varias ocasiones para que sea, no ya invitada, sino participante y demuestre su habilidad en los fogones. Mercedes Milá, sin embargo, siempre se ha negado y eso que ella siempre está dispuesta a estar ahí cuando un compañero o un programa se lo pide. Por suerte para ella, Mercedes está en una posición personal y profesional que puede permitirse el lujo de decir NO a un trabajo, cosa que no todo el mundo puede hacer. El motivo es muy claro: no le gusta el modo en que el jurado, formado por Jordi Cruz, Samantha Vallejo-Nágera y Pepe Rodríguez, tratan a los aspirantes. Hasta llegó a insultarlos, llamándolos 'hijos de...', palabras que fueron censuradas por la dirección del programa.
"Son malísimos. Si me da una locura a mí y yo acabo viniendo aquí, ¿me vais a tratar así? Porque a la primera patada en la boca, te doy yo otra en otro sitio", les reprochó Mercedes a los miembros del jurado. Pepe Rodríguez se sorprendió de que Mercedes llevara tan mal las críticas. "Yo lo que llevo fatal es el cachondeo de un juez. Me parece inmoral. ¿Cómo podéis tratar así a un pobre chico que se ha estado dejando las uñas de los pies?", respondió la periodista.
¿Cuál es la condición que ha puesto Mercedes Milá a 'MasterChef Celebrity'?
Pero todos tenemos un precio y Mercedes no iba a ser menos. Hay una condición que, de cumplirse, haría que la Milá se pusiera el delantal de 'MasterChef Celebrity'. Le dijo Pepe Rodríguez: "¿Y si te digo que en el próximo cásting está William Levy?". Mercedes bajó la guardia: "Entonces sí, que me gusta más que comer con los dedos, ya lo sabéis". La historia de amor (platónico) de Mercedes Milá y William Levy viene desde que lo descubrió en la telenovela 'Café con aroma de mujer', el éxito de Netflix que ahora puede verse en Divinity. Fue tal el delirio que Levy despertó en Mercedes que no paró hasta que pudo conocerlo personalmente y entrevistarlo, cosa que sucedió el pasado verano.