Hace ya más de un mes que Supervivientes 2021 puso fin a la edición más larga de todas. Olga Moreno se proclamó como la ganadora absoluta frente a Gianmarco Onestini y la polémica estuvo servida desde la primera gala debido a la oleada mediática que provocaron las palabras de Rocío Carrasco en 'Rocío: contar la verdad para seguir viva', un documental en el que ha desenmascarado a Antonio David y ha cargado brutalmente contra la empresaria... Muchos son los recuerdos que cada uno de los concursantes guarda de Honduras pero, sin duda, lo más llamativo de todo son las secuelas físicas a las que están haciendo frente después de vivir cuatro meses en una isla desierta. Mientras Tom Brusse se ha sentido agobiadísimo por el frenético ritmo de la capital, Lola ha confesado que no soporta ver a la gente comer rápido ni que hablen mientras comen. Unas curiosas manías que Melyssa Pinto también ha experimentado en sus propias carnes y así lo ha hecho saber a todos sus seguidores de Mtmad.
"Me estoy adaptando de nuevo a la situación, a la vida diaria, cotidiana, a mi rutina. Me está costando un poco, es bastante estresante. Estoy muy bien, muy contenta. En la isla estaba relajada, estaba acostumbrada a estar sin el teléfono. Me gustan mis momentos de soledad y ahora como que todo el mundo quiere verme, estar conmigo, es normal pero yo necesito mi espacio", ha comenzado explicando Melyssa Pinto destapando los cambios que está sufriendo desde que volvió de Cayo Paloma.
"Tengo secuelas, como por ejemplo voy por la calle y en un momento dado me entra el puntazo y me apetece tumbarme en el suelo, y me quiero tumbar en el suelo. Y es un problema porque esto no es Supervivientes y no puedo tirarme en el suelo. Yo les dije a mis amigas que lo quería hacer y me tumbé en medio del paseo marítimo cinco minutos. Mi cuerpo lo necesitaba", ha seguido dando detalles de una de las anécdotas más surrealistas de todas.
"Esté donde esté si tengo ganas de hacer pis, veo normal ir por ahí y bajarme los pantalones... No lo he hecho eh, he sido consciente pero muchas veces me han entrado ganas y digo bueno pues aquí mismo así no busco un lavabo".
Además, la exnovia de Tom Brusse no ha tenido reparos en reconocer que con el tema de la comida se siente un poco obsesionada, como Palito Dominguín. Siente unas ganas inmensas de estar comiendo crema de cacao todo el día, uno de los alimentos que propició una gran polémica con Olga Moreno: "Me paso el día comiendo unas galletas con crema de cacao por dentro y la crema de cacao en sí. He creado como una obsesión con el dulce y ahora me tengo que pasar el día comiendo dulce. Ya he recuperado todo el peso que perdí, vuelvo a estar como antes".
Por si fuera poco, Melyssa al igual que otras concursantes, ha estado sin la menstruación cuatro meses y así lo ha compartido públicamente: "Los médicos nos informaron que se nos iba a hinchar la tripa de gases al comer otra vez con normalidad. El tema de la menstruación... He estado los cuatro meses sin la regla. Estaba preocupada pero ya me ha venido por fin, es un trastorno para el cuerpo. Cualquier cosa me agobia y me cabrea. Echo mucho de menos la isla, las recompensas, los juegos... Esa emoción al ver la comida la echo de menos".
¿Con quién sigue teniendo relación?
Melyssa Pinto consiguió meterse a la audiencia en el bolsillo con su dulzura. Su paso por los Cayos Cochinos no ha pasado desapercibido y si hay algo que se ha llevado de allí, son grandes amistades: "Hablo mucho con Olga, Gianmarco, Tom, Lola ,Carlos, eso me hace muy feliz, hemos estado conviviendo durante mucho tiempo y he creado un apego emocional a ellos. Me encantaría volver a dormir mirando esos cielos lleno de estrellas y despertarme viendo los amaneceres. A día de hoy puedo decir que no recuerdo lo malo que he vivido", ha rematado rememorando los mejores momentos que ha vivido en el reality que ha cambiado radicalmente su vida.