Parece que el palacio de Kensington no es completamente del agrado del príncipe Harry y de su mujer, Meghan Markle, y ya han decidido donde residirán a partir del próximo año: Frogmore Cottage, una casa perteneciente a Frogmore House, propiedad de la reina Isabel. Esta casa de campo tiene diez habitaciones, una guardería, un gimnasio y una sala de yoga, y está en estas semanas siendo acondicionada a gusto de los duques de Sussex, que quieren instalarse a principio de 2019, poco antes de la llegada de su primer hijo, prevista para la próxima primavera.
Frogmore Cottage se encuentra ubicado a unos 900 metros del castillo de Windsor, en unos terrenos que pertecen a esta propiedad y que cuentan con un lago, un campo de golf y unos magníficos jardines. Windsor es la residencia favorita de la reina de Inglaterra a la que no ha importado cederle esta residencia al que es, además, su nieto preferifo.
Frogmore tiene, por otra parte, un especial significado para Harry y Meghan. Allí se hicieron las fotos oficiales de la pareja cuando se anunció su compromiso, en noviembre de 2017, y también allí tuvo lugar la recepción posterior a su enlace, celebrado en la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, el pasado 19 de mayo.
Hasta el momento, los duques de Sussex están residiendo en Nottingham Cottage, donde se instalaron cuando se prometieron. En el palacio de Kensington, donde estaba previsto que vivieran tras la boda, seguirá estando la oficina del príncipe Harry. Pero este palacio quizá le trae al duque de Sussex tristes recuerdos, pues su nombre está muy ligado al de su madre, Lady Di. Allí residieron los príncipes de Gales con sus hijos, Guillermo y Harry, y tras su divorcio, se quedaron Diana y los niños. Guillermo y Kate, con sus tres hijos, sí tienen instalada su residencia en Kensington.