Ha sido la segunda aparición de los duques de Sussex en los últimos días pero no por ello menos importante. Después de dejarse ver en público el pasado jueves tras una cita con el alcalde de Nueva York, Meghan Markle y el príncipe Harry eran ovacionados al reaparecer sobre el escenario del Festival Global Citizen celebrado en Central Park, un acto creado con el objetivo de promover la igualdad de acceso a la vacuna contra el coronavirus y donde se han codeado con caras tan conocidas como Jennifer Lopez o Ricky Martin, entre otros.
Después de verla con un total look black, Meghan Markle daba un giro radical a su estilismo y apostaba por un minidress blanco de manga corta con originales apliques en forma de flor que decoraban la parte superior e inferior del diseño firmado por Valentino. Un acertadísimo estilismo que coronaba con unos salones negros de Manolo Blahnick y joyas de Cartier. Finalmente, como viene siendo habitual, recogió su cabello. Esta vez apostó por una sencilla coleta baja que dejaba dos grandes mechones rodeando su rostro.
Meghan Markle y Harry en el concierto Global Citizen de Nueva York
Sin soltarse de la mano en ningún momento, un gesto que evidencia la unión inquebrantable que existe entre ellos a pesar de las polémicas que los rodean, era Harry el primero en tomar la palabra: "Mi mujer y yo creemos que el lugar en el que has nacido no debería dictar tus posibilidades para sobrevivir", decía despertando una gran ovación entre el público, un bonito gesto que dista mucho con los abucheos que recibieron hace algunos meses y que criticaban su actitud para/con la casa real británica.
Por su parte, Meghan se centraba en el duro trabajo de todos los sanitarios a lo largo de toda la pandemia: "Han arriesgaron su vida para proteger a la comunidad global (...) Hay mucho que podemos hacer hoy para acercarnos al final de esta pandemia y por eso estamos aquí", sentenciaba.