¡Meghan Markle ha vuelto! La duquesa de Sussex ha puesto punto y final a la baja de maternidad tras el nacimiento de la pequeña Lilibet Diana y ha protagonizado su primer acto público este jueves 23 de septiembre. En la que seguro es una de las reapariciones (físicas) más esperadas hasta la fecha, la exactriz se ha dejado ver en Nueva York, en el que se puede considerar su primer viaje ‘oficial’ junto al príncipe Harry desde que dejaron Reino Unido.
Meghan Markle y el príncipe Harry han comenzado este jueves su viaje a Nueva York con una reunión con el alcalde, Bill de Blasio, y con la gobernadora del Estado de Nueva York, Kathy Hochul, en el One World Observatory, un observatorio construido en la conocida como ‘zona cero’, en la que se encontraban las Torres Gemelas. Hasta allí se han desplazado los duques de Sussex, quienes han llegado muy sonrientes, cogidos de la mano y entre altas medidas de seguridad.
Al tratarse de un acto en homenaje a las víctimas, Meghan Markle y el príncipe Harry han optado por su versión más sobria. De riguroso luto, la duquesa de Sussex ha elegido unos pantalones ligeramente acampanado en color azul oscuro, que ha combinado con un abrigo recto de paño y un jersey de cuello alto. Del mismo tono El pelo se lo ha recogido en un moño con la raya marcada en el medio y un maquillaje ligeramente ahumado. Como complementos, unos discretos pendientes y unos altísimos tacones. En el caso del nieto de Isabel II, ha optado por un traje de chaqueta en color azul oscuro, camisa blanca y corbata a conjunto del traje de chaqueta.
Los duques de Sussex han dado así el pistoletazo de salida a su visita a Nueva York, que tendrá como acto central su participación en el evento Global Citizen Live, que se celebrará en el Central Park, y en el que Meghan y Harry defenderán el reparto justo y equitativo de las vacunas contra el coronavirus.
Un viaje en el que la pareja ha vuelto a dejar claro con sus gestos lo unida que está y que llega tan solo una semana después de su polémica portada en ‘Time’, publicación que los incluyó entre las cien personas más influyentes del mundo. Y es que, a tenor de la sensación que han causado en Nueva York, queda claro que Meghan y Harry se han convertido en auténticas estrellas.