No le ha pillado a nadie por sorpresa. Meghan Markle ha tenido que emitir un comunicado oficial para aclarar la asistencia o no de su padre al próximo enlace con el príncipe Harry. La complicada situación familiar que vive la actriz le ha pasado factura durante los últimos días y parece que quiere zanjar el tema antes de entrar en la recta final. Eso sí, el padre de Markle no será la única gran ausencia en este día tan especial...
El escándalo se ha situado sobre los hombros de Meghan Markle a pocos días de su enlace con el príncipe Harry y no precisamente por un comportamiento propio. La familia de la actriz ha hecho todo lo posible para dinamitar cualquier rayo de esperanza sobre la tranquilidad de la boda. Lejos de pensar en la felicidad de la novia, han preferido fomentar el conflicto y la polémica, empezando por su propio padre.
Thomas Markle se convertía en el centro de huracán mediático tras pactar con un paparazzi para que le realizase unas fotografías probándose el traje para la boda y consultando imágenes de los novios. Circunstancia, claro, que no gustaba lo más mínimo a la Familia Real británica. Rápidamente, los rumores sobre una posible ausencia en la ceremonia comenzaban a sonar. Mejor cortar por lo sano que arriesgarse a que continuase generando conflictos.
Ahora, ha tenido que ser la propia Meghan la que ha publicado un comunicado sobre el asunto. A través de las redes sociales del Palacio de Kensington, Markle ha dejado claro que su padre no estará en la boda. “Siempre me he preocupado por él y espero que pueda tener el espacio que necesita para centrarse en su salud”. Thomas era sometido a una intervención del corazón hace pocos días.
“Me gustaría dar las gracias a aquellos que nos han enviado generosos mensajes de apoyo”, ha escrito Markle. “Sabed cuántas ganas tenemos Harry y yo de compartir con vosotros este día tan especial para nosotros”. Una breve misiva con la que Meghan pretende cerrar el episodio de su familia, que tantos quebraderos de cabeza le ha generado.
¿Quién la llevará al altar?
Ante la ausencia de su padre, se han disparado las especulaciones sobre el protocolo de la boda. La opción más factible y que cobra mayor relevancia es que sea el propio Harry quién acompañe a Meghan hasta el altar. Es una fórmula que ya se ha utilizado en otros enlaces de corte real y que salvaría el embrollo de no contar con su padre durante la ceremonia.