Marisa Martín-Blázquez (61 años) y Antonio Montero (61 años) forman uno de los matrimonios más sólidos de la televisión de nuestro país. La pareja no suele ser muy dada a hablar de su vida privada, aunque siempre hay excepciones como cuando él formó parte de un reality en el que habló de la importancia de su esposa en su vida. En cualquier caso, este lunes han querido dar un paso al frente para revelar algunos detalles de un episodio desagradable que sufrieron estas Navidades con el robo a su vivienda familiar.
Hace unos días que la periodista quiso despedir el año en sus redes sociales haciendo una especie de balance, aunque tal y como ella misma confesó no es algo que le agrade. El pasado 31 de diciembre quiso mostrar las ganas que tiene depositadas en este 2025 para dejar atrás el año pasado, contando algunos sucesos que prefiere olvidar. No obstante, hizo una referencia a este robo pero no había salido a la luz y, por tanto, eran unas palabras que no pudieron ser entendidas hasta ahora.
El robo a la vivienda de Marisa Martín-Blázquez y Antonio Montero
En aquella despedida del año, la colaboradora ofreció alguna pincelada de este enorme susto que ahora cobra todo el sentido. “Para terminar, hace unos días, algo tremendo y muy desagradable. Me ha dejado vulnerable, a mí que soy la reina del ‘no te preocupes, ocúpate’. Pero, a veces, como en el temazo de Quique González, ‘La vida te lleva por caminos raros’ y vas y …¡Booom! ‘petas’ del verbo petar, –de la primera conjugación– que es una manera, muy coloquial, de decir que explotas”, escribía.
Además, hablaba de la vulnerabilidad sufrida por una situación que no estaba a su alcance y fuera de su control. “Y entonces, no te ves superwoman ni todopoderosa, ni empoderada, ni mierdas. Te ves pequeñita, vulnerable y casi sola”, expresaba. No obstante, también dejaba claro lo que hacía que se olvidase de todo esto. “Menos mal que, de repente, una llamada de teléfono, un mensaje o un beso de tus hijos, te vuelven a hacer brillar y sentir que sí, que contigo no hay quién pueda y con tu sonrisa, tampoco”, comentaba orgullosa.
En cualquier caso, en estos días ha visto la luz una información desagradable que está relacionada con estas palabras de la periodista. El pasado día de Navidad el matrimonio salió a disfrutar de una comida junto a sus hijos. Cuando regresaron a su vivienda habían sufrido un robo pero lo que es peor aún, su hija se encontró con los ladrones al regresar al domicilio, por lo que el susto fue todavía mayor.
Marisa Martín-Blázquez y Antonio Montero revelan detalles del robo sufrido en su vivienda
Tras ver la luz esta noticia han sido los propios protagonistas los que han hablado de ello. Marisa es colaboradora de ‘TardeAR’ y por ello este mismo lunes ha comenzado a hablar de ello. Eso sí, ha contado con la presencia y el apoyo de su marido, ya que ha querido entrar en directo a través de una videollamada para explicar algunos de estos detalles, en la medida de lo posible ya que la investigación continúa por su camino.
“Son cosas que pasan en la vida. Es un impacto llegar a tu casa y encontrárnosla como la encontramos. Estábamos celebrando el cumpleaños de mi hija y volvimos…”, comenzaba explicando Marisa. De esta manera, intentaba restarle importancia con sus primeras palabras. “Se lo encontró mi hija. Estaban los ladrones dentro. Yo siempre intento que de todas las cosas que pasan sacar la parte positiva, y aquí no nos ha pasado a nadie nada. Hemos visto otros casos de gente conocida en que ha habido violencia”, resaltaba sobre ese mensaje optimista tras confesar este detalle estremecedor.
Además, la periodista también ha hablado de la investigación que se está llevando a cabo. “Hay que hacer borrón y cuenta nueva. Se lo han llevado todo. Bisutería la han dejado. Al principio sospechamos de que fuera por algo periodístico pero en cuanto vino la Guardia Civil ya supieron que… no voy a dar muchas explicaciones pero parecen bandas organizadas”, confesaba sin querer entrar en detalles debido a la investigación en curso.
Es en ese momento cuando Antonio Montero ha querido intervenir para contar cómo ocurrió todo. “Estuvimos fuera dos horas y media e incluso creo que alguno de ellos nos siguió al restaurante y cuando nos vio salir, les debió avisar. Salieron con prisas, se dejaron cosas. Nos ha costado bastante trabajo dejar las cosas como estaban. Esto son cosas que no tienen la menor importancia. Son cosas de valor… A mí me da rabia los broches que llevo los viernes que son chulos, todos mis relojes…”, explicaba Montero. “Llegamos en un momento en que estaban y aceleraron y se llevaron lo que vieron. Lo que más me duele no son las cosas materiales, si no sentimentales, de mi abuela, de mi madre…”, apostillaba Martín-Blázquez.