Mario Vargas Llosa (86 años) y Patricia Llosa (78 años) han vuelto a dejarse ver juntos. Un mes después de reencontrarse en París, ahora el escritor y la madre de sus tres hijos han formado parte de un emotivo día en familia con motivo de la boda de su nieta Josefina.
La boda de su nieta vuelve a unir a Mario y Patricia Llosa tras la ruptura con Isabel Preysler
Antes de la celebración del enlace, el Nobel y su exesposa compartieron una comida en Lima con sus tres hijos, Álvaro, Morgana y Gonzalo. Ha sido precisamente su primogénito el que ha presumido en sus redes sociales del encuentro de sus padres.
"Mis padres, mi hermano Gonzalo y Augusta, Luis Romero, Carlos Ferreyros, Lucía Muñoz Nájar, un servidor y @nadaziade celebrando un acontecimiento familiar rodeados de los adobes y cantos rodados de una bella pirámide de los tiempos de la cultura Lima, hace 1.500 años", ha escrito orgulloso junto a una fotografía de la celebración.
Sin embargo, lo cierto es que la complicidad entre Vargas Llosa y su exmujer brilla por su ausencia en la imagen compartida por Álvaro. El Nobel aparece sentado en un taburete alto frente a Patricia, que ocupa una silla a una altura inferior, con las piernas cruzadas y un gesto que, al menos en el momento captado, no parece reflejar la felicidad de un momento tan especial.
De esta manera, la actitud del exnovio de Isabel Preysler y su exmujer siembra la duda sobre la supuesta reconciliación entre ambos. De hecho, el escritor no se hospeda en la casa de Patricia durante su viaje a la capital peruana, sino en un hotel cercano. No obstante, el entorno familiar asegura que ambos mantienen una "muy buena relación", según adelanta El País.
¿Es cierta la reconciliación de Vargas Llosa y Patricia?
Tras la ruptura de Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler, Patricia Llosa sorprendía a todo el mundo al acompañar a su exmarido a su ceremonia de ingreso en la Academia Francesa en París. Su hijo Álvaro no dudó entonces en presumir del feliz momento familiar con un revelador mensaje: "A nadie deben mi padre y su obra tanto como a ella. Mi padre lo ha proclamado muchas veces en público, nos lo repite a menudo en privado. Nadie merecía estar en primera fila más que ella. La mujer de su vida, dicen los cursis. No sólo los cursis. Los inmortales también", escribió. Sus hermanos, Gonzalo y Morgana, hicieron lo propio y presumieron en sus redes del acercamiento entre sus padres.
Desde aquel momento, la gran duda es qué hay de cierto en la reconciliación del Nobel y su exesposa, una pregunta de la que Pilar Eyre tiene bastante clara la respuesta. "No vi entre los dos ni una mirada de complicidad ni, mucho menos, afecto, lo que me lleva a deducir que los hijos han confundido la realidad con el deseo y que Mario y Patricia no tienen ninguna intención de volver a casarse", escribía la periodista en su blog en Lecturas tras el reencuentro de la expareja en París.
Eyre tiene claro que "quienes más han jaleado la ceremonia han sido los hijos del homenajeado a través de sus redes sociales", pero pone en duda que la buena sintonía que se está haciendo ver entre Vargas Llosa y Patricia sea tal. "Al escritor se le veía taciturno, aburrido, frio, con una sonrisa impaciente. (...) En una palabra: triste", sentencia.