Mario Vaquerizo se pone serio para hablar de la muerte de su hermano Ángel

Este falleció en un accidente cuando solo tenía 32 años. Era su hermano mayor

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Mario Vaquerizo anoche se quitó la sonrisa sentado con Bertín en ‘En la tuya o en la mía’. Se puso serio para hablar de uno de los temas que más le cuestan: la muerte de su hermano Ángel.

El periodista y mánager ha hablado en contadas ocasiones sobre uno de los sucesos que más le ha marcado. Lo hizo en sus memorias y alguna vez, en el reality que protagoniza junto a su mujer, Alaska, lo ha mencionado de pasada. En su boda, en la celebración que hizo con la familia, pidió un brindis por las personas que no estaban, pero que de algún modo los estaban acompañando en espíritu en un día tan especial. Y a Paco León le contó que la serie ‘Aída’, en la que él trabajaba, le hizo recuperar las ganas de reírse tras la muerte de su hermano, cuando pensaba que no volvería a ser el que era.

A Vaquerizo se le quiebra la voz cuando cuenta lo repentino que fue todo. Su hermano mayor, a sus 32 años, era un tipo fuerte y en perfecto estado de salud. Lo único malo que hizo fue coger la moto el fatal día que perdió la vida. El joven fue arrollado por una ambulancia que dejó a toda su familia rota de dolor.

Cuenta Mario que habían estado de actuación y ni él ni Alaska se encontraban en Madrid cuando tuvo lugar el trágico suceso. Entonces, para no alterarlo demasiado, solo le contaron que había tenido un accidente y que debía poner rumbo a la capital cuanto antes. Su mujer sí lo sabía, pero no le dijo nada. “Fue un ejemplo de entereza la manera en la que ella aguantó”, ha destacado el periodista con alma de rockstar.

Mi hermano murió cuando mejor estábamos”, le confesó a Bertín, al tiempo que se lamentaba de no haber podido hablar con él antes de su muerte y no haberse podido despedir de su hermano. Pero esa ocasión le llegó dos días después del accidente. Entonces, cuenta, en su habitación de la casa de sus padres, sintió como si le abrazaran cuando estaba tumbado en la cama y una enorme sensación de paz le envolvió. “¿Ya te has despedido de Angelito?”, le preguntó su mujer, porque sabía lo que acababa de ocurrir en la habitación.

Todavía le cuesta hablar del tema, pero con el tiempo Mario ha vuelto a ser él mismo, esa persona vitalista y optimista que sabe lo importante que es disfrutar y aprovechar cada segundo que nos concede la vida.