“Yo con la Olvi celebro todos los días. Con lo que me han llamado a mí… ‘maricón, maricón’. Pero sí a mí no me importa que me digáis eso, pero me duele porque la estáis cuestionando a ella. Porque yo soy maricón de cabeza, no maricón de esto (se señala a la entrepierna)”. Más claro, agua. Mario Vaquerizo aclaró en el reality que protagoniza con su mujer uno de los temas más debatidos en España: la orientación sexual del líder de las Nancys Rubias.
¡Qué perra tiene la gente con etiquetar! Afortunadamente, cada vez menos, pero hubo un tiempo (y todavía hay desubicados que lo siguen haciendo) que se pasaban la vida diciendo "si este se comporta así, le gusta eso; si esta hace esto otro. le va aquello". Pesados. Los seres humanos somos bastante más complicados como para codificarnos como si fuéramos libros de biblioteca. Me niego a pensar que somos tan simples.
Y Mario Vaquerzio opina igual. Al biógrafo oficial de Fabio McNamara le duele la boca de repetir en cada temporada en su reality que a él le gusta SEXUALMENTE su mujer. Que cuando la mira, no lo hace con ojos de admirador enamorado de su diva, no, sino que le gusta. Le pone. Le vuelve loco. Entendéis por dónde voy, ¿no? Pues eso. Que dejemos ya de pensar que solo está con ella porque siempre fue fan.
Desgraciadamente (o afortunadamente) para él, nunca se ha comprendido su gusto por el maquillaje, los tacones o sus muestras de cariño con sus amigos. Esta es la manera Vaquerizo de entender la moda, la belleza y la amistad, y es una manera completamente diferente a la tuya, la mía o la de su vecino del primero A. Una manera divertida, gamberra y, sobretodo, desprejuiciada de mirar a su alrededor. Y eso justamente es lo que más engancha de él.
Tú sigue así, Mario, y piensa que cuanto más incomprensible seas para el resto, más ganas tendrán de saber de ti.