Contaba Manuel Díaz, ‘El Cordobés’, a Bertín Osborne que se había hecho torero para llamar la atención de su padre, Manuel Benítez. Un padre que nunca ha querido saber nada de él y que jamás lo ha considerado su hijo biológico; por eso, tras años de vivir ignorado por el diestro, Díaz ha llegado a una determinación, no piensa seguir así y ha interpuesto una demanda de paternidad. Ahora lo tendrá que escuchar.
“A mí nunca se me ocultó mi verdad. Para mí nunca fue ningún trauma. Pero esas ausencias las notas ahora. Cuando eres más joven no lo echas en falta”. “Esa vida que yo he vivido es muy complicada. Muy dura. Ese vacío que yo tengo en mi alma…”. El vacío podría llenarse cuando el juez admita a trámite la demanda y esta pueda obligar a Benítez a reconocerlo como hijo. “Así mi madre se podría morir tranquila”, contó en ‘En tu casa o en la mía’, hablando de posible encuentro que entonces veía muy complicado que ocurriera pero que ahora parece más que posible.
Durante todo este tiempo, el hijo siempre ha venerado al padre. Lo admira profundamente, pero le hace daño la soledad que ha tenido que soportar al no tener esta figura a su lado. Cuenta que ahora, cuando el padre es él y tiene que responder a las preguntas de sus pequeños, es cuando todo resulta más doloroso y complicado de explicar. Quizás, más que por él, haya puesto esta demanda por su madre y por sus hijos, quienes aún esperan que cualquier día, cuando el teléfono suene, sea ‘el abuelo Benítez’.
Ahora solo queda esperar a que la demanda sea admitida a trámite por el juez y puede que así la situación del torero, ese que siempre ha esperado amor paternal, un día lo reciba.