Lydia Lozano: su secreto inconfesable que más le preocupa

La tertuliana ha estrenado una nueva sección en 'Sálvame' que le ha permitido entrevistarse a ella misma y confesar secretos de los que nunca ha hablado

'Sálvame' se ha vestido de largo para estrenar sección. Un nuevo espacio que permitirá a sus tertulianos entrevistarse a sí mismos y contar esas confidencias que solo revelarían a esa persona que realmente fuera de su confianza, aunque después vaya a convertirse en objeto del análisis más duro y concienzudo por el programa. Y nadie mejor para protagonizar este primer 'Cuéntame' (así se llama la sección) que Lydia Lozano. No cabe duda de que ella es una de las colaboradoras que más juego dan en el programa y, por ello, una de las preferidas de la audiencia. Sus dramáticos arranques y su actitud casi masoquista ante las situaciones a las que le somete el programa la hacían perfecta para este jugoso piloto.

Incluso antes de emitir las primeras imágenes, las mechas más famosas de Telecinco ya ha alimentado nuestra imaginación al sacar a la luz un secreto inconfesable de juventud. "Es un secreto muy fuerte, mío, que solamente lo sabe una persona y que no es mi marido". Pero, ¿cómo? Ni Charlie, su alma gemela estaba al corriente de un episodio del pasado de Lydia al que jamás había hecho referencia de tan íntimo que es. Ni palomitas ni uñas. La curiosidad comería a cualquiera ante ese cebo que acababa de lanzar Lydia en plató. ¿Qué oscuro recoveco de su vida ha luchado por mantener fuera del alcance de todos?

La periodista ha confesado que finalmente se lo ha tenido que contar a Charlie, pues ya había visto la promo. "Yo pensé que no teníamos secretos", cuenta Lozano que le contestó. A su favor, la tertuliana ha revelado que en ningún momento la forzó a contárselo, respetando su decisión de guardarlo para ella pero, tras conocerlo ha narrado que "estuvimos hablando mucho tiempo" y que su postura al final fue de absoluta comprensión. "Comprendo que fuese tu secreto", le dijo Charlie. De lo poco que ha querido soltar prenda ha sido que fue un acontecimiento que vivió cuando cursaba "el COU, a los 17 años" y que no tiene nada que ver con sustancias prohibidas ni con un embarazo no deseado.

Siguiendo con sus confesiones, esta vez siendo más generosa con las respuestas, Lydia ha manifestado que una de las cosas que más se arrepiente profesionalmente es del "haber hecho 'La Caja". "Hablé de Charlie, de cómo le conocí y creo que me abrí demasiado", asegura aún corroyéndole la conciencia.

La Lydia más sugerente ha aparecido cuando ha hablado de que le habrían propuesto "en dos ocasiones posar para Interviú" y las dos dijo que no. "La primera oferta fue de mucho dinero y luego ya la mitad", pronunciaba la frase con una punzada. También ha sorprendido cuando ha reconocido su secreto para llevar tantos años de feliz unión con su marido. "Hay que tener muchos novios", ha dicho ni corta ni perezosa. "Es lo que te va a permitir elegir bien. Cuando llegas, ya estás cansada de haber ligado. Eso es fundamental. Luego tienes que saber que es la persona a la que se lo vas a contar todo pero, sobre todo, que sea tu mejor amigo. He tenido muchísimos novios. Muchos, muchos, muchos, muchos... y, además, me llevo bien con todos", ha matizado. Por eso y porque su amor por Charlie es de lo más auténtico, aún le sigue emocionando pensar en sus bodas de plata. De hecho, disfrutó más que en las primeras.

Acerca de los hijos, siempre ha tenido claro que nunca ha querido ser madre y que ha sido una "decisión muy meditada"por la pareja.

Siendo Lydia, las lágrimas no han tardado en asomar por sus ojos cristalinos y se las ha producido aquello que, si se acabara, ha confesado que se sentiría liberada: 'Sálvame'. Fue un momento vivido en el programa el que la emocionó y la puso nerviosa nivel principiante, a partes iguales. "Hubo un día muy especial en 'Sálvame' que fue cuando el público votó que yo fuese la presentadora durante una hora y pico", ha contado mientras se le humedecían las palabras por los sentimientos que estaba despertando su memoria. "Yo estaba de los nervios", ha recordado, "y les pedí a todos mis compañeros que me respetaran, por favor. Y lo hicieron". Lydia se ha roto al hablar de este bonito gesto. "Todavía lo pienso y me pareció tan bonito que siempre les daré las gracias, porque fue un momento muy difícil de mi carrera y salió gracias a ellos, justo en un momento en el que se rieron y me avergonzaron. Me fui a casa diciendo: ¡jo!, puedo tirar de ellos". Secándose las lágrimas y con la voz quebrada ha confesado que "ese día me sentí una compañera más. Me impresionó. Fue apasionante".