"Llevo una racha...". Lydia Lozano no podía contener las lágrimas cuando contaba a su compañero Omar Suárez el motivo de su visita de urgencia al hospital. La querida colaboradora de 'Sálvame' tiene que volver a pasar por quirófano, de nuevo por los problemas de salud derivados de una vértebra.El dolor está siendo tan intenso que ha afectado a su día a día, hasta el punto de no poder cumplir con sus obligaciones profesionales. Sus compañeros no pueden estar más preocupados por ella, sobre todo, porque en cuestión de año y medio ha tenido operarse, primero de las cervicales y hace unos meses de la mano. Ella misma, entre sollozos, ha contado los detalles de la delicada operación y cómo se presenta de lenta la recuperación.
El domingo por la mañana Lydia Lozano comprobaba con alarma que un intensísimo dolor le impedía siquiera levantarse de la cama. La periodista, que está recibiendo los cuidados y las atenciones de su marido Charly, tomaba la determinación de avisar y acudir rápidamente a urgencias. Allí, después de todas las pruebas para descartar escenarios, confirmaban sus peores temores: tiene que volver a ser intervenida.
Este jueves vuelve a pasar por el quirófano para operarse de la octava vértebra, "que se ha roto" y se le habría "pegado a la séptima". Lydia ha matizado que este nuevo y doloroso inconveniente de salud no tienen nada que ver con la anterior intervención a la que se sometió en marzo de 2021, pero sí que comporta cierto riesgo porque sufre osteoporosis, una enfermedad que debilita y adelgaza los huesos.
Después de pasar los exámenes y pruebas del preoperatorio, será este jueves cuando vuelva al hospital y, tras la operación, tendrá que permanecer allí, en principio, dos días, hasta que los médicos vean que evoluciona favorablemente y puede continuar recuperándose en casa.
"Llevo el cuello, la mano rota, ahora la espalda... Menuda racha, y me dan mogollón de miedo las operaciones", se lamentaba ante el micro de 'Sálvame'. Lydia también ha dado algunos detalles del proceso de rehabilitación, sobre el que prefiere no pensar, porque le afecta anímicamente. Según ha explicado a Omar Suárez, va a ser una recuperación lenta, que requiere que camine mucho y que la obligará a llevar "un chaleco superincómodo".