Lucía Rivera se desmarca y se refiere a su padre biológico: "Vino a extorsionar a mi madre"

El padre biológico de Lucía Rivera fue un cotizado modelo internacional que solo convivió con su hija durante sus primeros meses de vida, después desapareció hasta que un día se reencontraron de nuevo

Montse Jolis
Montse Jolis

Periodista especializada en corazón y sociedad

Lucía Rivera

Lucía Rivera presenta una nueva colección de bolsos en Madrid

Gtres

Con solo 24 años, Lucía Rivera ha tenido una vida llena de sinsabores que ha plasmado en un libro, 'Nada es lo que parece, que ha salido a la venta esta semana. Lucía Rivera relata negro sobre blanco los duros episodios de maltrato psicológico y físico que sufrió por parte de dos de sus exparejas, pero también ha hablado de su padre biológico, que las abandonó a ella y a su madre, Blanca Romero (46 años), cuando Lucía tenía poco menos de un año de edad. Lucía, como todo el mundo sabe, fue adoptada por Cayetano Rivera (46 años) cuando este se casó con Blanca en 2001, de modo que, legalmente y a todos los efectos, Cayetano es su padre.

Pero existe un padre biológico que Lucía pudo conocer, pero su relación es totalmente inexistente. Lo cuenta también en el libro autobiográfico que ha escrito y del que estuvo hablando con Susanna Griso en 'Espejo Público'. Lucía supo quién era cuando, teniendo diez años, su madre le contó con pelos y señales su historia. Se trataba de un cotizado modelo internacional que la dejó cuando se quedó embarazada de ella. Posteriormente, él volvió, pero cuando la niña aún no había cumplido su primer añito, volvió a abandonarlas, esta vez definitivamente. Lucía, no obstante, llegó a hacerse una imagen totalmente idealizada de su padre biológico.

"Vino a extorsionar a mi madre"

Años más tarde, el padre biológico de Lucía volvió a aparecer en sus vidas, pero ese reencuentro no fue para nada agradable. "Mi padre no había venido a conocerme... El villano había venido a extorsionar a mi madre y a pedirle dinero a cambio de unos vídeos de cuando era una niña y mantenían relaciones", explica Lucía, muy decepcionada con el hombre al que ella había llegado a imaginar como un superhéroe. "Fue un encuentro desafortunado y me dio pena que le pasara eso a mi madre, porque yo lo había puesto como un superhéroe. Creo que a toda la gente adoptada le pasa más o menos lo mismo", revela Lucía.