Parece que ese extra de sinceridad le ha jugado una mala pasada a Alba Carrillo (36 años). Después de una semana hablando largo y tendido sobre la noche loca que vivió con Jorge Pérez tras la fiesta de Navidad de la productora, la colaboradora de televisión sufría un bajón que la llevaba al hospital y le impedía asistir a su puesto de trabajo en 'Fiesta'. "Tengo que parar y recomponerme", le confesaba la protagonista a Emma García al mismo tiempo que dejaba entrever que no volvería a hablar de nada que tuviera que ver con el ex Guardia Civil.
Desde entonces, la modelo se ha refugiado en su casa junto a sus padres y su hijo, un apoyo incondicional en estos momentos tan convulsos. De hecho, era la propia Lucía Pariente quien confirmaba en 'Fiesta' que la joven "no está bien". Visiblemente preocupada por el estado de salud de su hija, Lucía era captada por las cámaras en las inmediaciones de su casa en Madrid.
A diferencia de en otras ocasiones que no dudaba en sacar las garras por su hija, esta vez ha preferido mantener silencio y no entrar a confirmar ni desmentir ninguna de las informaciones. Lucía Pariente se blinda más que nunca tras el bajón que ha llevado a Alba al hospital y ante la incertidumbre de una reaparición en los platós de televisión este mismo fin de semana. ¡Dale al PLAY y no pierdas detalle a la reacción de la protagonista!
Lucía Pariente ha preferido mantenerse al margen de todo el escándalo. La que también fuera concursante de 'Secret Story' solo se limitó a negar la información que la acusaba de ser la persona que había filtrado a Miguel Frigenti que entre Alba y Jorge Pérez había habido mucho más que coqueteo. "Mi madre no sabía nada", zanjaba la colaboradora.