Este jueves, Lucía Dominguín se ponía el delantal de 'La última cena' para mostrar unas dotes culinarias de las que ha presumido durante semanas. El resultado no fue el que le hubiera gustado pero el menú quedó en un segundo plano cuando sus hijos: Olfo, Palito y Jara hicieron su aparición en el plató a través de una conexión en directo.
Nada más verlos, la hermana de Miguel Bosé rompió a llorar y es que no se esperaba ni por asomo que sus tres hijos se reunieran para enviarle un mensaje públicamente. "Son mi debilidad, pero esto no va de llorar, va de alegría", decía Lucía mientras se secaba las lágrimas a la vez que los jóvenes intentaban animarla: “Tenemos una madre maravillosa y única”.
El balance de esta inesperada aventura televisiva no puede ser mejor para Lucía, que confesaba a sus hijos todo lo que lo estaba disfrutando: "Me lo he pasado bomba, esta gente es maravillosa”.
Tras la conexión, que emocionó enormemente a Paz Padilla, Lucía confesó que sus cuatro hijos son su gran "orgullo", y es que para ella es imposible olvidarse de Bimba, fallecida en enero de 2017 a consecuencia del cáncer. La presentadora ensalzaba la capacidad de amar de su compañera, un gesto que provocó las lágrimas de Lucía y le hizo recordar la gran enseñanza que es la vida: “La que más me enseñó ha sido Bimba con su partida, es la que me ha enseñado, ahí te das cuenta de que nacemos para morir, pero la muerte es un paso más allá, es la muerte de este físico, no de tu corazón, de tu alma, de tus amores, no sabría explicarlo”.
Esta no fue la única sorpresa que recibió Lucía Dominguín. Nacho Palau, expareja de Miguel Bosé, también quiso resaltar las virtudes de la que desde ya (con permiso de su hija Palito) se ha convertido en el miembro más querido de la familia Dominguín Bosé.