Tanto el día de Navidad como el de Nochevieja son dos de los más señalados en el calendario, cuando nos reunimos con amigos y familiares para celebrar una época que muchos esperan durante todo el año. Pero, ¿y si hay un plan mejor que estar con la familia? Eso es lo que les ha pasado a algunos de los colaboradores de ‘Sálvame’, que hace unos días recibieron la noticia de que serían los encargados de dar la bienvenida al 2018 desde la Puerta del Sol de Madrid.
Lydia Lozano, Terelu Campos, Kiko Hernández, Mila Ximenez y María Patiño pasarán un 31 de diciembre muy diferente, frente a miles de personas y tomándose las uvas en riguroso directo.
A pesar de la emoción y la responsabilidad de este trabajo, lo cierto es que todos ellos tendrán que dejar de hacer otros planes que seguramente también les hacían mucha ilusión. Lydia Lozano fue una de las más emocionadas al conocer la noticia, llorando de alegría y celebrando una buena nueva en una de las etapas más complicadas que ha vivido en ‘Sálvame’. A pesar de la felicidad, Lydia tendrá que ‘abandonar’ a Charly en un día tan especial y se tomará las uvas con sus amigos.
Si el año pasado Terelu Campos daba la bienvenida al 2017 con una fiesta organizada por ella en su misma casa, en la que no faltaba ni su hermana ni su cuñado, además de algunos amigos, parece que si este año Carmen Borrego quiere seguir con la tradición, y ante la ausencia de Terelu, tendrá que convertirse en la anfitriona absoluta.
A pesar de todas las inconveniencias, el que más tiene “que perder” es Kiko Hernández, pues se trata de sus primeras uvas como padre y no las podrá tomar con sus hijas, Jimena y Abril. Aunque las niñas son muy pequeñas para ser conscientes de nada, seguro que el ex Gran Hermano vuelve a casa con ellas tan pronto como acaben sus labores en la Puerta del Sol, pues ha demostrado ser un padre diez.
Un panorama similar tiene Mila Ximénez, que suele aprovechar uno de los dos días más importantes de las fiestas para pasarlo junto a su hija Alba y su familia. En su caso, tendrá que verlos en Navidad si no les toca pasar ese día con la familia de su yerno, pues la tradición en un matrimonio es repartir cada jornada con la familia de uno u otro.
Por su parte, María Patiño se verá obligada e dejar a sus dos chicos en casa para afrontar esta aventura. Su pareja, Ricardo, y su hijo, Julio, se convertirán así en sus mayores fans, pues seguro que no se pierden a la imparable periodista en una jornada que pasará al recuerdo de toda la familia.