Parece que ‘Casados a primera vista’ ha devorado con ganas a sus dos contrincantes de la noche de los lunes (evidentemente no incluimos aquí a la maravillosa ‘El Ministerio del Tiempo', que es tan estupenda que ni necesita respaldo de la audiencia. Los productos de culto es lo que tienen). ‘Casados…’ se merendó en su final a las tres princesas y al ‘Chiringuito de Pepe’, aunque con él no tuvo ni para un entremés. La audiencia ha respaldado a estas parejas deseosas de encontrar el amor para toda la vida y el vivieron felices y comieron perdices… pero, ¿ha sido así el final de estos ‘matrimonios’?
Por un lado vayamos a los que sí que les alcanzó la flecha de cupido de manera bien profunda. José Ramón y Alberto pusieron sus diferencias a un lado y pensaron que juntos están la mar de bien y que por qué iban a firmar los papeles del divorcio. De hecho, lograron anteponerse a uno de sus mayores miedos, el del traslado de José a Londres. ¡Qué viva el amor!
Por otro lado tenemos a Jonathan y Sabrina, que no firmaron el divorcio entonces, siguieron juntos, pero, en estos mismos instantes su relación es agua pasada. ¿Por qué? Pues porque Sabrina ha denunciado malos tratos por parte del DJ. La profesora ha publicado en sus redes que vivió un episodio duro, y que ya no están juntos, de hecho, ella tiene a su lado a otro hombre que la hace feliz. Jonathan dice que todo esto es mentira, y que su exmujer ni tiene pruebas, ni existe una demanda por violencia. La peor manera de la que podría haber acabado esta pareja, que tuvieron sus más y sus menos durante todo el reality.
Los que firmaron sin pensarlo fueron Tito y Pedro. El primero estuvo casado con Cristina y, aunque la quiere mucho, tan solo la ve como una amiga, por lo que se adelantó a ella a la hora de pedir el divorcio. Pedro convivió con Mónica, y tampoco encontró lo que estaba buscando en ella. Él quería vivir un enamoramiento de libro, con mariposas revoloteando en el estómago incluidas, pero no lo logró, así que firmó los papeles.