Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS
Guapo, padre entregado, cariñoso, buen deportista ¡y chef! La confirmación de que David Beckham es el hombre perfecto ha llegado cuando hemos sabido que también se desenvuelve muy bien entre fogones.
Su especialidad culinaria no es otra que la pasta. Y no hablamos de abrir un paquete de macarrones, ponerlos a hervir y echarle por encima tomate de tetrabrik, no. Nos referimos a hacer la masa, a cortarla, a preparar la salsa con todo el amor del mundo y servírsela a sus seres queridos. De eso hablamos.
Como si fuera una gran ‘mamma’ italiana, David adora meterse en la cocina y preparles algo de pasta a sus hijos, que veneran estos platos. Su mujer, por el contrario, que debe de creer que los hidratos de carbono son el demonio, prefiere las ensaladas. Así que cuando el padre de la familia cocina una gran olla de espaguetis, ella se come un plato hondo de sus vegetales preferidos.
David ha descubierto esta faceta cocinera en el documental ‘Into the Unknown’ sobre la vida de la familia Beckham. “Cuando estaba en Italia quise hacer un curso de cocina, así que como tenía tiempo, me dije ‘¿por qué no?’ A los niños les encanta la pasta, así que puedo aprender a hacerla desde cero”.
Un curso para profesionales de la cocina
Para poder cocinar como un verdadero chef italiano, cuando jugaba en Milan, se matriculó en curso en una prestigiosa escuela de cocina. Allí, y durante seis meses, perfeccionó sus habilidades y aprendió a hacer platos tan deliciosos como el risotto, otra de sus especialidades.
Ahora que ha colgado las botas de fútbol y que pasa más tiempo en casa, adora encontrarse entre fogones. Le produce un gran placer cocinar para los suyos, puesto que, como él dice, no ha podido hacerlo antes debido a su carrera, que lo mantenía alejado del hogar más del tiempo que le hubiera gustado.
Y mientras deleita a los cuatros niños con deliciosos platos, con Victoria no se complica: “Cocinar para ella es fácil. Adora los vegetales y las ensaladas, así que es muy sencillo”. Bien de verde y ella feliz pensando que no se le va pegar un gramo de más a su cintura.
Pero no sólo de pasta vive el hombre, ni tampoco los Beckham. David disfruta especialmente de la cocina oriental, en especial la japonesa y la singapuresa, plagada de exquisiteces como los erizos de mar, una de las debilidades culinarias del exfutbolista. Eso sí, esta aún no se atreve a replicarla en casa.