La solemnidad de la ceremonia de entrega del Toisón de Oro en enero fue 'solo' un precalentamiento del simbólico acto que ha protagonizado la princesa Leonor. La hija de los reyes Felipe VI y Letizia ha debutado este sábado 8 de septiembre como heredera de la Corona. Lo ha hecho en una significativa visita a Asturias y supone no solo su primer acto fuera de palacio, sino su incorporación a la agenda oficial de la casa real española.
Leonor ha viajado junto a sus padres y su hermana, la infanta Sofía, hasta Covadonga. Una visita que ha transcurrido dentro de los Centenarios Covadonga 2018, que engloba el XIII Centenario del Reino de Asturias, el I Centenario de la creación del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga y el I Centenario de la Coronación Canónica de la Virgen de Covadonga.
El evento se ha producido con media hora de retraso y entre una gran expectación y asistencia de curiosos que querían ver a la familia real. Leonor, sus padres y su hermana han hecho una primera parada en la Santa Cueva de la Santina. Allí, las hijas de los monarcas han recibido como obsequio cada una una medalla de la Virgen de Covadonga en oro y blanco, piedras preciosas y la Cruz de la Victoria. Mientras que a Felipe y Letizia les han agasajado con la medalla conmemorativa del centenario.
Tras las actividades de la mañana, la familia real ha parado para comer en la Casa Capitular y las 17:30h culminarán la jornada con el último acto oficial.
El debut de Leonor ha dejado como curiosidad las muestras de la gran complicidad que existe entre ella y su padre. Asimismo, la hemos podido ver con un peinado diferente: la pequeña, que cumple 13 años el próximo 31 de octubre, ya no luce su habitual trenza de raíz, y ha acudido con su pelo suelto y algo más corto.
En lo que parece un guiño al color de la bandera asturiana, la princesa ha elegido para esta ocasión tan especial un vestido azul pastel jaspeado con manga francesa y largo ligeramente por encima de la rodilla. Su hermana pequeña, Sofía, ha llevado un vestido similar, pero en rojo, y con graciosos bolsillos en el pecho y en la cintura.
Aunque hoy era difícil arrebatarle el protagonismo a la Leonor, Letizia ha vuelto a deslumbrar con su elegancia habitual y su color fetiche para las ocasiones especiales: el rojo. La reina ha vuelto a triunfar estrenando diseño de Carolina Herrera. Un vestido 'midi' que se adaptaba perfectamente a su silueta, gracias al fajín; y cuello caja con discreto escote lágrima. En cuanto a los complementos, la reina ha completado su 'look' con un bolso de mano tipo sobre del mismo tono que el vestido, y sandalias de tacón en 'nude'.