Hace poco más de un mes, Laura Matamoros hacía las maletas y se mudaba junto a su chico, Benji Aparicio, y su hijo Matías a una nueva casa. Un impresionante chalet de lujo de dos pisos situado en el barrio de Aravaca (Madrid). Mientras la influencer, de 28 años, cuenta los días para dar a luz al que será su segundo hijo, esta luminosa casa se ha convertido en su refugio lejos del estrés del centro de la ciudad.
Muy activa en redes sociales, la hija de Kiko Matamoros poco a poco nos va descubriendo los rincones de su casa y es que no puede estar más feliz con la decisión que han tomado para afrontar esta dulce etapa en la que se convertirán muy pronto en familia de cinco junto a su precioso chow chow.
"No os imagináis lo que me gusta estar en chándal y en casa", ha escrito Laura Matamoros presumiendo de curvas premamá junto a una imagen en la que podemos ver un poco más de su salón y de las impresionantes vistas de Madrid de las que gozan cada día. Como en el anterior piso, esta vivienda también cuenta con grandes ventanales y es que la luminosidad era una necesidad para la pareja.
En esta ocasión, Laura se ha decantado por una decoración de estilo nórdico y aunque todavía quedan muchos detalles que pulir, la hija de Kiko Matamoros está inmensamente feliz.
Ahora la incógnita está en saber si el pequeño B (inicial del nombre que han elegido para el bebé) nacerá antes del fin de año. Mientras lo decide o no, Laura sigue adelante con su día a día y este martes aprovechaba para salir a comer junto a su padre y Marta López Álamo al restaurante que acaba de abrir junto a Benji Aparicio. A diferencia de su hermana Anita, la influencer mantiene una estrechísima relación con su progenitor y no es ningún secreto que de alguna manera, Laura siempre ha sido la niña de sus ojos.