Iker Jiméz, como han hecho gran parte de los presentadores de este país, se trasladaba hasta el epicentro de la DANA para presentar su programa 'Horizonte' de la pasada noche del jueves. El presentador arrancaba el programa, que se emite en Cuatro, totalmente horrorizando tras ver la situación que estaban viviendo los ciudadanos de la localidad de Paiporta (Valencia).“En mis 51 años, nunca jamás he visto algo parecido. No se pueden hacer una idea de la distorsión que existe entre lo que hemos visto en la pantalla y lo que es estar aquí”, relataba al espectador. “Dentro del municipio esta es la zona oscura. Hay lugares donde no ha podido entrar la unidad de rescate. Esta es la zona límite”, explicaba mientras su mujer, Carmen Porter, seguía con mucha atención todo loo que relataba.
El comunicador no podía ocultar su desolación mientras contaba todo lo que estaba viendo con sus propios ojos. Pese a reconocer que tan solo es “un altavoz”, “ellos (refiriéndose a las personas que lo han perdido todo) me dicen que pida ayuda. Esto es una zona de guerra, no puede ser una batalla de políticos, hay que venir aquí para ver pueblos devastados por completo”, sentenciaba de manera tajante.
Iker, que era prácticamente incapaz de contener la mezcla de emociones de rabia, tristeza y desolación, afirmaba que habían pasado por “un montón de pueblos donde la gente está sola, miles de personas coordinándose entre ellas al mismo tiempo, no hemos visto ayuda y la gente nos clamaba: 'Por favor, que venga el ejército”, comentaba con el rostro visiblemente afectado y la voz entrecortada. Antes de dar por concluido el programa, Iker leía un mensaje muy especial que le había llegado de su hija. “Decía que todos sus amigos de 12 años se sentían muy orgullosos, pero no por la fama ni nada eso, por intentar ayudar a la gente y sus amigos ya lo estaban contando”, explicaba sin ser capaz de reprimir sus lágrimas y ante su mujer, quien tampoco podía ocultar su rostro de emoción.
Iker Jiménez y Carmen Porter, volcados en la ayuda a Valencia
Este sábado, Iker Jiménez y Carmen Porter conectaban en directo en el programa 'Fiesta', de Emma García, para actualizar cómo estaban siendo estos últimos días desde el jueves. Según ha contado, han estado trabajando mano a mano con Ángel Gaitán para poner en pie una importante iniciativa. “Estamos en el taller del tío con el corazón más grande del mundo. Mañana salen desde aquí 100 tráileres cargados de ayuda para Valencia”, explicaba.
Tal y como ha contado, en tan solo dos días, han conseguido recaudar 200.000 euros. “Un dinero que, por supuesto, se va a declarar”, ha querido matizar. Además, a través de esta iniciativa, no solo han logrado recaudar una cantidad de dinero muy necesaria, sino también ropa, comida y otras necesidades básicas, tan necesarias en estos momentos.
La hija del matrimonio ha jugado también un importante papel en todo esto. Y es que Alma ha sido una de las encargadas, junto a otros niños, de ayudar a la clasificación de la ropa que será distribuida a todos aquellos que lo han perdido todo. “Hay que enseñarle a los niños y a los adolescentes que hay que ayudar y ser solidarios, si ahora molestamos en la zona cero, pues lo hacemos desde aquí. Tienen que ser conscientes de que lo tienen todo y que de un día para otro les puede pasar como a esas personas, que su vida cambia en un segundo”, ha explicado Carmen, visiblemente emocionada.
El inminente viaje de los reyes Felipe y Letizia a Valencia
Más allá de todos los rostros conocidos que se han volcado por completo con la causa, los reyes Felipe y Letizia han seguido muy de cerca la tragedia que ha azotado a buena parte de este país. A media tarde de este sábado, desde las cuentas oficiales de Casa Real lanzaban un segundo comunicado, donde mostraban su agradecimiento por los mensajes recibidos por parte de importantes figuras del resto del mundo. “Sus palabras de afecto y hermandad nos hacen sentir acompañados en esta terrible tragedia que asola nuestro país”, deslizaban desde el comunicado. Ahora, todas las miradas están puestas en el inminente viaje que los monarcas planean hacia Valencia para arropar, colaborar y cooperar.