'Ni que fuéramos Shh' ha destapado una bomba: Kiko Rivera (40 años) habría sido infiel a Irene Rosales (33 años) hace tan solo 11 días, el pasado 20 de septiembre. Según el programa de Canal Quickie, el DJ habría tenido una cita en el jacuzzi del hotel de Monzón (Huesca) donde se hospedaba tras una de sus actuaciones. Después pinchar sus canciones, se acercó al 'back stage' una camarera que trabajaba en las fiestas de la localidad, una mujer que ya conocía al hijo de Isabel Pantoja desde hacía más de una década. Sin duda una cita que habría acabado con la temperatura muy elevada.
"A Kiko lo conocía de hace más de 10 años, en 2013. Me escribió por Instagram que hacía una fiesta en su casa y que si queríamos ir una amiga y yo. Ahí tuvimos varios encuentros sexuales. Fueron en distintas épocas, cuando el bajaba a Madrid o cuando quería hacer alguna cosa me escribía y quedábamos", ha contado Tamara en el programa de María Patiño y Belén Esteban sobre cómo conoció a Kiko y para dar veracidad al último de sus tórridos encuentros.
Fue a finales de 2013 y principios de 2014 (en ese momento es cuando el DJ conoció a Irene Rosales) cuando Tamara y Kiko tuvieron varios encuentros esporádicos. De hecho, la camarera muestra varias conversaciones de WhatsApp en los que Rivera les ofrece pagarles el AVE para hacer fiestas en casa. "Me gusta ir de frente. Soy muy transparente y no tengo pelos en la lengua", le dice ella en uno de los mensajes. "No tienes pelos, lo corroboro", contesta él.
A mediados de ese mismo año las citas entre ellos habrían dejado de suceder, pero Javier de Hoyos ha contado en el formato de las tardes de TEN que Kiko y Tamara se han vuelto a encontrar hace tan solo 11 días. "Él de primeras me preguntó si habíamos mantenido relaciones sexuales en el pasado porque de la cantidad de mujeres con las que ha estado ni se acuerda", cuenta ella. Y es que aunque en un primer momento no la reconoció, al enseñarle una foto de hace varios años el DJ la metió a ella y a sus amigas en los camerinos, donde se habrían intercambiado los teléfonos móviles actuales.
Pocos minutos después, el influencer habría escrito ('Ni que fuéramos Shh' muestra las capturas de pantalla de la conversación) a la joven. "Oye, ¿algún plan? Que aquí no conozco a nadie. Agradezco un poco de compañía, aunque entiendo que tengas que estar con tu gente. No te preocupes", le dice Kiko. "Lo que tú quieras. Yo un rato puedo estar, que necesito descansar que mañana trabajo", contesta ella. "Estoy en el hotel más Monzón, estoy aquí ya", responde Rivera. "Si quieres me acerco", contesta Tamara. "Claro", comenta el DJ. "Dime la habitación, tardo 5 minutos", concluye la joven, que llega a las 4:47 a donde se encuentra el artista como demuestra ella con una fotografía antes de entrar.
La supuesta infidelidad de Kiko a Irene
"Kiko Rivera le ha sido infiel a su mujer Irene Rosales. Ha sido conmigo. El día 20 de septiembre, le fui a ver y cuando ya se iba al hotel nos fuimos por la parte de atrás con unas amigas que se querían hacer una foto. Entonces cogí el móvil y le dije, '¿te acuerdas de esta foto?'. Una foto que salíamos en su casa. Me dijo que sí, que había pasado mucho tiempo, que no sabía que yo era de ese pueblo... Entraba para darte dos besos y ya está en la zona privada . Me dijo que por qué no le había escrito a Instagram, pero sí lo había hecho pero él no lo había leído. Sacó su teléfono me pidió el mío y me dijo que ahora me escribía", ha comenzado relatando Tamara, afirmando que no pasaron ni 5 minutos cuando el marido de la modelo ya la estaba mandando un mensaje.
Es entonces cuando se mensajean y quedan en el hotel del DJ: "Una vez que entré estuvimos un rato en el recibidor hablando de hace diez años cuando quedamos. Al tiempo me dijo 'mira lo que tengo aquí en la habitación'. Me llevó donde estaba la cama y el jacuzzi. Me propuso, 'qué te parece si lo llenamos y nos damos un baño'. Dije que sí y tonteando tonteando tuvimos otro encuentro sexual. Yo no siento nada por él ni él por mí, es algo puntual y ya está", ha explicado Tamara, dejando claro que no la engatusó y que ella acudió porque ya tenían confianza.
Sin hablar sobre su vida personal, sus problemas con su madre o su matrimonio, la joven ha afirmado que como mucho estuvieron juntos unas dos horas aunque sí la ofreció quedarse a dormir. "Él hace esto por diversión pero es que siempre ha sido así. Está acostumbrado a eso. Si haces eso es que no quieres a la persona con la que estás. Eso estoy segura", ha relatado Tamara, que asegura que Kiko bebía agua y no tomó nada de alcohol. "Estaba dentro de sus cabales y sereno. No tiene excusa", explica. ¿Por qué lo está contando ahora? "Lo estoy contando para que Irene abra los ojos. Que se quiera como mujer y se respete. No se lo ha hecho una ni dos, muchas veces. Muchas más. Ella lo sabe o no quiere darse cuenta y aguanta por sus hijas. Tiene que valorarse más porque una persona como Kiko no cambia", ha concluido.