Ayer, Laura Matamoros debía recoger un premio por su trabajo como ‘influencer’, pero no pudo recoger el galardón y su padre tuvo que dar la cara por ella. Kiko haría cualquier cosa por su hija, más aún cuando motivos de fuerza mayor le impedían a la joven cumplir con sus obligaciones: una gastroenteritis y, además, estaba en Fitur, uno de los epicentros de ayer de la huelga de taxistas. Por lo tanto, al colaborador no le quedó otra que hacer de tripas corazón y recoger el premio en nombre de la instagramer, a pesar de estar atravesando un momento difícil: su nueva pareja ha sido vilipendiada en el que colabora.
Kiko está disgustado por la cantidad de personas del pasado de Cristina que están saliendo a la palestra hablando de ella y lanzando toda clase de informaciones que resultan muy dolorosas. “Estoy enfadado por el tratamiento que se le está dando al tema de mi relación. Me parece injusto, abusivo y delictivo en algunos casos”. El colaborador deja claro que todo esto tendrá “una respuesta judicial”.
“Principalmente me molesta que se vulnere el derecho al honor y a la intimidad de la gente”, aseguró a los medios acreditados al evento y confirma que su pareja, que no está acostumbrada a este mundo, “está desbordada”.