Kiko Matamoros ha ofrecido a Lecturas su entrevista más difícil y a corazón abierto. El colaborador de 'Sálvame' ha explicado que se encuentra atravesando su momento más delicado después de que le hayan sido detectados varios tumores en la vejiga, que deben ser operados con urgencia. Antes de enfrentarse a la delicada operación y a un incierto diagnóstico, él y su novia, Marta López Álamo, que se ha convertido en su mayor apoyo en esta compleja encrucijada de salud, se han regalado un espectacular y romántico viaje a Cartagena de Indias (Colombia) y sus paradisíacas islas.
La modelo se ha encargado de narrar y registrar con su cámara los momentos de mayor calado en esta aventura que toma un significado especial en sus vidas y en su historia de amor. Desde The Real Marta, su canal de Mtmad, nos acerca a su día a día junto a Kiko en medio del exotismo de su destino de vacaciones.
Después de nueve agotadoras horas de vuelo, Kiko y Marta llegaban a Cartagena de Indias a la hora de la cena. Antes de disfrutar de una deliciosa cena compuesta por un guiso de carne acompañado de arroz, la novia del tertuliano ha hecho un resumen de lo que ha sido la semana y media en la que han podido desconectar, descansar y dedicarse tiempo en pareja. "El vuelo ha ido muy bien, y os cuento que hemos contratado un paquete vacacional con el que desayunaremos en el alojamiento, después iremos al gimnasio, haremos nuestro plan de playa e iremos a visitar las distintas islas. Por la noche, saldremos a cenar".
Asimismo, ha revelado el problema que le generan las comidas de los aviones y el motivo por el que opta por comprarse la suya propia: "No tomo la comida que dan en los aviones porque llevan mucho sodio. Viajo mucho por trabajo y para los 'shooting' me gusta estar planita y deshinchada. Como nada más llegar voy a ponerme en bikini, quiero estar mejor de cuerpo, por eso me compro mi propia comida".
Lo cierto es que, a excepción de los refrescantes chapuzones que han disfrutado en las playas y en la piscina de su alojamiento, Kiko y Marta han llevado un ritmo frenético. El primer día se han dedicado a callejear por Cartagena y se han relajado tomando un café en la romántica terraza de un hotel del centro y han disfrutado de una agradable cena con música en directo. "Solo llevamos un día, pero estamos super a gusto", cuenta la modelo.
La parte central del viaje la han dedicado a visitar Barú, Isla Grande y San Andrés, tres paraísos terrenales que forman parte de las Islsa del Rosario. A pesar de un pequeño inconveniente matutino de Marta, que uno de los días se ha levantado con nauseas, todo se ha desarrollado a las mil maravillas. Ella no podía estar más feliz de poder lucir sus bikinis preferidos, y Kiko de estar junto a la mujer que le arranca una sonrisa en los momentos más complicados.
Precisamente, en San Andrés, que está a una hora en avión de Cartagena, han decidido pasar un par de días inspeccionando sus rincones y descansando en su lujosa habitación de hotel.
Por el rostro de felicidad que Marta ha mostrado en el viaje de vuelta, no cabe duda de que estos días juntos han sido reconfortantes para la pareja, que afronta unida la prueba más difícil de su relación.